REDACCIÓN SALUD La ortodoncia en adultos es más lenta y peligrosa que la de
los jóvenes, pues no se pueden realizar todos los movimientos deseados en los
dientes por riesgos a efectos adversos, como la pérdida o las lesiones de las
piezas dentales.
En las últimas dos décadas, personas cada vez de mayor edad, incluso por
encima de los 50 años, recurren a este procedimiento por el avance de las
técnicas, el desarrollo de nuevos materiales y también porque al aumentar la
expectativa de vida, la gente cada día quiere verse mejor.
Inicialmente, eran los padres, que al ver a sus hijos, se mandaban a
enderezar los dientes. Después fueron las personas que al enfrentar un
divorcio, querían mejorar su sonrisa para iniciar una nueva relación en pareja.
Lo difícil, en estos casos, es asimilar que deberán tenerse una serie de
aparatos dentro de la boca, que son molestos y que permanecerán por largo
tiempo.
Eso atenta directamente contra los hábitos e
incluso contra la imagen corporal.
Vencido esto, es importante una evaluación profunda y seria del estado de
todas las piezas dentales, además del estado de salud de toda la cavidad oral
(encías, paladar, amígdalas, huesos...), lo que requerirá practicarse exámenes
radiológicos, tomográficos, fotográficos,
antropométricos y del estado general del organismo. Lo que no se hace en un
solo día.
Por eso, hay que empezar a dudar de aquellos que ofrecen soluciones
inmediatas.
El siguiente paso es planear exactamente sobre las características reales de
cada personas qué se quiere y qué se puede lograr. Es
importante que sepa que no todo es posible y que las sonrisas perfectas, al
estilo Hollywood, tal vez, no son posibles.
Aquí es valioso aclarar que no todo lo que se pretende se logra con brackets o frenillos. Teniendo en cuenta que los huesos de
los adultos no crecen como los de los niños, en algunos casos puede ser
necesario combinar la ortodoncia con cirugía para lograr el objetivo final,
incluso si faltan piezas dentales. En no pocos casos, la ortodoncia en adultos
se realiza con el objetivo final de colocar una buena prótesis, lo que exige
corregir la posición de los dientes residuales que permanecen en la boca para
obtener un óptimo resultado. Esto incluso, si se piensa en implantes.
Asesoría: Eduardo Neira W., odontólogo rehabilitador
y estético, NYU.