Declaran culpable a higienista oral que hace cuatro años atendió a niña que perdió un ojo

Después de cuatro años de haber perdido su ojo derecho por una mala práctica médica, la manizaleña Elizabeth García Uribe, de 20 años, obtuvo algo de justicia.

La jueza tercera penal de conocimiento anunció en la noche del lunes pasado que condenará por lesiones personales culposas a la higienista oral, María Gladis Ceballos, quien, accidentalmente, con un alambre de los 'brackets' que Elizabeth tenía, lastimó la córnea, que se infectó y ocasionó la pérdida del órgano.

"Se hizo justicia en parte. Nosotros buscábamos que se condenara al ortodoncista Rafael Ricardo Gómez Quintero, quien era el que le estaba haciendo el tratamiento de ortodoncia a Elizabeth, pero él fue absuelto", afirmó la abogada Gilma Montes.

En conversación telefónica con EL TIEMPO, Gómez negó que Elizabeth hubiese perdido el ojo en su consultorio: "Aquí no pasó nada", aseveró.

Además, al cuestionamiento, de parte de este medio, de que Elizabeth era una paciente de él, que perdió un ojo tras haber sido atendida en su consultorio y por eso fue declarada culpable su asistente, Gómez dijo: "Eso no fue acá. Pregúntele a ella dónde fue".

Gómez añadió que su asistente también será exonerada como él. "Esto ya se terminó, ya no hay problema", dijo.

'Ella nunca me había atendido'

Cuando ocurrió el incidente, Elizabeth acababa de cumplir 17 años y cursaba décimo grado en el colegio Leonardo Davinci, en Manizales. Como cualquier mujer a su edad, la joven de piel blanca y delgada, se preocupaba por lucir bonita. Por esto, dos años antes, sus humildes padres -un zapatero y una ama de casa-, con la ayuda de una familiar que vive en España, accedieron a costearle un tratamiento de ortodoncia. Gómez les cobró 750 mil pesos.

Durante el tratamiento no había habido ningún inconveniente hasta el 8 de julio de 2006, cuando en una cita Ceballos atendió a Elizabeth en lugar del ortodoncista. "Ella nunca me había atendido. Me dijo que debía cambiar el alambre porque estaba muy viejo y cuando lo estaba haciendo, una de las puntas de éste me 'picó' el ojo. Me dijo que lo sentía y me pasó una servilleta para limpiarme las lágrimas", relató Elizabeth, quien se casó, hace poco tuvo un hijo y vive en Armenia.

En la noche de ese mismo día, Elizabeth no aguantó el dolor y el ardor en el ojo, y le comentó a sus padres que por éste veía una 'nube'. Fue a las urgencias de un centro médico, donde le formularon un ungüento, que no la alivió.

Al día siguiente, la llevaron al Instituto Oftalmológico de Caldas, donde el especialista que la atendió le diagnosticó una úlcera en la córnea y le recetó unas gotas muy costosas para los ingresos de la familia García Uribe: un frasco de 2 centímetros valía 80 mil pesos.

Después de varias citas con especialistas durante ese mes, María Nilsa Uribe, madre de Elizabeth, recibió la noticia que no quería escuchar: "Su hija debe ser operada inmediatamente, pero es posible que pierda la visión por ese ojo. La idea es reemplazarle la córnea".

Cuando la estaban interviniendo, los médicos encontraron que la infección había afectado todo el ojo y podría llegar al otro y al cerebro. Tenían que sacarlo para evitar que se complicara más su salud.

El ojo marrón de Elizabeth fue reemplazado con una prótesis. Cuando ella se enteró que había perdido el ojo, se derrumbó emocionalmente. "Lo más duro de esto ha sido la parte psicológica", contó.

'El se desentendió'

Según la familia García Uribe, quien tuvo que vender el patio de su casa, un área de 10 metros cuadrados, por 750 mil pesos para atender los costos de la dolencia de Elizabeth, la auxiliar del ortodoncista negó que la hubiera lastimado, y éste se desentendió del tema.

La abogada Montes apeló la decisión de la jueza, quien en dos meses dará a conocer la sentencia que le impondrá a la asistente del ortodoncista. Según la jurista, le pueden imponer una pena de 3 años como mínimo.

"Lo que más nos duele es que ellos (María Gladis Ceballos y Rafael Ricardo Gómez) nunca reconocieron lo que sucedió e insinuaron que mi hija mintió", afirmó doña María Nilsa, quien dijo que buscarán que el ortodoncista compense los daños morales y materiales que ha sufrido su hija.

MANIZALES