Una gota o un centímetro de más sí hacen la diferencia. Pueden marcar el
límite entre la vida y la muerte y se ilustra con tres ejemplos:
1. Adriana en su afán por calmar el vómito de su hijo de 18 meses de edad,
decidió administrarle un medicamento que le habían recomendado. Luego, en lugar
de darle las tres gotas que correspondían a la dosis sugerida para el peso del
bebé, le dio 30. El infante falleció por un cuadro neurológico maligno
secundario a la ingesta de este medicamento.
2. Un pequeño de 40 días de nacido fue hospitalizado porque su mamá le
administró el fármaco equivocado, al confundir el frasco de la sustancia que
aliviaría el cólico de su bebé con otro parecido que contenía un callicida.
Una vecina le había aconsejado darle el medicamento, que no dudó en comprar
en la farmacia.
Casos a urgencias En Bogotá, de enero a abril de este año, se han atendido,
entre urgencias y hospitalizaciones, a casi 97.000 niños menores de cinco años.
Según la pediatra Olga Lucía Baquero, coordinadora de la mesa de trabajo de
seguridad infantil y prevención de accidentes de
Cuando los padres deciden administrarles a sus hijos medicamentos que no
fueron prescritos por el médico, es un riesgo para la salud de los infantes,
toda vez que se pueden pasar los niveles de seguridad de la droga,
exponiéndolos a una intoxicación.
Un estudio de los Centros para el Control y
En un hospital de una provincia de Argentina, cerca de 200 niños menores de
5 años se hospitalizan cada año debido a intoxicaciones producto de la mala
administración de un medicamento, sin consultar a un médico. En España, uno de
cada cuatro niños que acuden a consultas pediátricas ya han recibido un
antibiótico dado por sus padres.
Los adultos, dice Baquero, suelen administrar a los infantes antigripales, antitusivos, antidiarreicos, antieméticos y
antiespasmódicos, principalmente, sin aval médico. Así mismo, dice Luis Jorge Hernández, médico epidemiólogo de
- ojo con dosis En niños las dosis se calculan a partir del peso del menor.
Existe una fórmula en la cual se fija el número de miligramos de medicamento
por kilogramo de peso para establecer la cantidad adecuada para un tratamiento
efectivo.
Las cajas de los medicamentos tienen una guía de dosificación solo
según la edad y no todos los niños de una edad determinada pesan lo mismo ni
tienen las mismas necesidades. Al guiarse por el envase se puede suministrar
una dosis equivocada, indica la pediatra Ángela Camacho. Aunque las
enfermedades se comporten de manera similar en la mayoría de niños, el
tratamiento no siempre es el mismo.
Una sobredosificación supone el riesgo de
intoxicación y una dosis menor demora la mejoría del niño.
Hay que darle los medicamentos en cantidad acertada a los niños porque
su cuerpo maneja las dosis de acuerdo con su peso y la madurez de su hígado y del
riñón. De lo contrario, puede producir efectos indeseables, afirma
Claudia Granados, jefe urgencias pediátricas de
INTOXICACIÓN, UN RIESGO REAL Los efectos pueden ser: a nivel del corazón,
pueden aumentar o disminuir la frecuencia cardiaca y cambiar la tensión
arterial. A nivel neurológico, puede presentarse adormecimiento y, en algunos
casos, producir un coma.
También, agitación psicomotora, agresividad, diarrea, vómito, dolor
abdominal y aumento de la frecuencia respiratoria.
- Errores más frecuentes de los adultos Erróneamente, se utilizan
antieméticos para el vómito y analgésicos, antiespasmódicos y antiparasitarios
para el dolor de estómago. Pero, más del 90 por ciento de las infecciones en
niños son causadas por virus y no sirven los antibióticos.
A la automedicación contribuyen el desconocimiento de los padres y la irresponsabilidad
de terceros, incluyendo algunas farmacias. Sugieren, incluso, suplementos
nutricionales que solo el médico debe prescribirlos, afirma la pediatra
Carolina Ramírez.
El uso indiscriminado de antibióticos está creando resistencia bacteriana.
Los antidiarreicos prolongan la diarrea, ponen al niño en riesgo de
desnutrición y conllevan a una mayor deshidratación.
Los antitusivos producen somnolencia y
alteraciones gastrointestinales (náuseas, vómito y diarrea). Las gotas para el
dolor de oído pueden dar lugar a infecciones locales, mayor dolor y problemas
en la membrana timpánica.
El consumo de algunos antieméticos(medicamento para
el vómito) es una de las principales causas de ingreso por intoxicación en
urgencias. Cuando se administra un fármaco para el dolor de estómago, se enmascara
el cuadro clínico de evolución de la enfermedad y se retrasa un diagnóstico
oportuno.
50 por ciento del uso de fármacos en Bogotá podría ser motivadoo
por las droguerías, dice el doctor Luis Jorge
Hernández, de