Pocas experiencias humanas son tan conmovedoras, desafiantes y angustiantes
como la de padecer cáncer o que un ser querido lo sufra.
Se trata de una vivencia traumatizante, única y
para la que nadie está suficientemente preparado, mucho menos en la etapa del
choque inicial.
No obstante, a quienes se lo permiten, la vivencia del cáncer puede
impulsarlos a transformar y a revalorar sus vidas positivamente.
De acuerdo con Ariel Alarcón, psiquiatra, psiconalista
y psicooncólogo, “la psicooncología,
una subespecialidad de la psicología clínica o de la
psiquiatría de enlace, que estudia de cerca los fenómenos emocionales
relacionados con el cáncer y establece pautas eficaces para su manejo, ha
desarrollado recursos orientados a ayudarles a los afectados a lograr ese
propósito.
En su libro Vencer el cáncer, de Intermedio Editores, el especialista aporta
claves para enfrentar esta experiencia sobrecogedora, que demanda un gran
esfuerzo psíquico del paciente y sus familiares.
“El libro –dice Alarcón– enfatiza en la existencia
de estrategias fáciles de desarrollar, que pueden aliviar enormemente ese
sufrimiento y hacer de la lucha contra el cáncer un esfuerzo más amable, eficaz
y menos deletéreo de la calidad de vida”.
Las siguientes son algunas de las recomendaciones formuladas en su libro.
1. Acéptelo: No lo niegue; si es cáncer, es cáncer. Ningún
médico da ese diagnóstico sin estar seguro. Es duro de reconocer y nadie
quisiera tenerlo, pero si es la realidad asúmala y busque los correctivos con
prontitud.
2. Infórmese: Soldado advertido no muere en guerra... Entre
más sepa sobre su condición y para dónde va su tratamiento, más posibilidades
hay de que sea un agente activo y positivo en su manejo. Eso sí, busque
información en sitios de buena calidad, y el mejor de todos es su oncólogo
tratante. Si quiere hacerlo, pida un segundo concepto de otro especialista
idóneo. Evite páginas web populares o con intereses
comerciales y elija sitios de reconocida idoneidad y neutralidad en la
información, como entidades oficiales y universidades.
3. Nútrase bien: Una dieta balanceada, sin comida chatarra,
mejora su nivel de defensas y permite llegar en mejor estado a la quimioterapia
o la cirugía, que es cuando puede tener disminución del apetito o dificultades
para comer con propiedad. De la buena nutrición depende la mejor cicatrización
de los tejidos y la menor cantidad de fatiga postratamiento.
4. Haga ejercicio: Los tratamientos del cáncer debilitan el
cuerpo y la mente. Entre mejor sea su estado físico y su movilidad, antes y durante
el tratamiento, menores serán la fatiga, las restricciones y las secuelas.
5. Ojo con ansiedad: Durante el proceso de enfrentamiento
del cáncer, es normal que se presenten momentos variables de ansiedad; cuando
es exagerada aumenta el sufrimiento y el dolor, disminuye la calidad del sueño
y del descanso y conflictualiza las relaciones
familiares y con los médicos. Las técnicas de relajación, el yoga y la
meditación ayudan a atenuar la ansiedad y a que la mente se enfoque en su
bienestar.
No piense solo en su cuerpo
6. Ayuda psicológica: si siente que la ansiedad lo
desborda, la depresión no se controla o está más irritable y conflictivo que de
costumbre, una psicoterapia lo ayudará a canalizar emociones y a resolver
conflictos.
7. Jerarquice sus valores: Respóndase preguntas como ¿para
qué vivo yo?, ¿qué le da sentido a mi vida?, ¿qué me hace feliz? Oriente los
esfuerzos de su vida y la meta de vencer el cáncer a la luz de estos objetivos.
Las respuestas a estas preguntas le señalarán el derrotero a seguir y lo
llenarán de motivaciones para luchar y superar dificultades.
8. Enriquezca su vida espiritual: Más allá de si profesa un
credo religioso o no, toda la gente tiene una relación con Dios y con un
sistema de valores y principios trascendentes. Sintonícese con ellos. Vuélvalos
valores vitales actuales y dinámicos. Perdone. Perdónese. Acérquese a la
presencia de Dios en su vida. Y medite... Medite todos los días.