Tras analizar más de 1,5 millones de fallecimientos ocurridos en Gales e
Inglaterra durante los 90, David Coggon, del Consejo
de Investigación Médica de Southampton (Reino Unido),
concluyó que el empleo de una persona puede influir en gran medida en sus
hábitos nocivos y en cuál será la causa de su muerte.
La investigación tuvo en cuenta muertes provocadas por enfermedades
relacionadas con el alcoholismo, el consumo de drogas y los hábitos sexuales.
Sus hallazgos, publicados en la revista Occupational
Medicine, apuntan a que las muertes asociadas a estas causas difieren, en gran
medida, entre unas profesiones y otras. El estudio señala a los marinos
mercantes y a los obreros de construcción como dos de las profesiones más
delicadas, y sobre las que habría que centrar esfuerzos de prevención de dichos
factores.
En el primer caso, existe un alto índice de alcoholismo y enfermedades
asociadas a él, desde la cirrosis hasta caídas accidentales. En cuanto a los
albañiles, pintores y oficios relacionados con la construcción, el estudio
encontró un alto índice de muertes asociadas al consumo de drogas, así como
intoxicaciones involuntarias causadas por los productos con los que trabajan.
Las muertes por sida son más comunes, según el estudio, entre sastres y
diseñadores, tanto en mujeres como en hombres, y también entre peluqueros.
Con información de ‘EL MUNDO’ de España. .
1,5.
millones de fallecimientos ocurridos en Gales e
Inglaterra durante los 90 fueron analizados, lo que llevó a concluir que el
empleo puede influir en los hábitos nocivos de una persona y en cuál será la
causa de su muerte.