WASHINGTON (Reuters-AFP) Una política de lucha a
fondo contra el sida, con el propósito de reducir en un 25 por ciento el
contagio, planteó ayer el presidente de Estados Unidos, Barack
Obama.
El mandatario anunció que es necesario hacer pruebas a un 90 por ciento de
los infectados y que el 85 por ciento de los pacientes tenga tratamiento
inmediato.
El nuevo plan también fija el objetivo de conseguir que un 20 por ciento
adicional de los mayores grupos de riesgo –como los gays,
los hombres bisexuales y los de raza negra– sean
tratados con medicamentos para controlar sus infecciones.
“A menos que tomemos acciones audaces, enfrentamos una nueva era de aumento
en las infecciones, mayores desafíos para el tratamiento de las personas que
viven con VIH, y costos más elevados en los servicios de salud”, sostiene el
reporte del mandatario.
Menos infecciones Estados Unidos debería ser capaz de reducir el número
anual de nuevas infecciones en un 25 por ciento, desde
La estrategia también propone reducir la tasa de transmisión del VIH en un
30 por ciento. Actualmente, un 5 por ciento de los pacientes con VIH infectan a
otra persona, y el plan busca reducir esta tasa a un 3,5 por ciento.
Los Centros para el Control y
Para este fin, el plan hace un llamado para que
También se compromete a que un 85 por ciento de los nuevos pacientes
diagnosticados reciban tratamiento con un doctor o en una clínica en un período
de tres meses. Actualmente, sólo un 65 por ciento de los infectados recibe
tratamiento con esa rapidez.
“El Congreso y las legislaturas estatales deberían considerar la
implementación de leyes que promuevan las prácticas de salud pública y
enfaticen la mejor evidencia existente para la prevención del VIH en las
minorías sexuales”, indica el texto.
Más de 1,1 millones de personas en EE. UU. están
infectados con el virus del VIH, de acuerdo con los CDC.