“Nuestro sistema
de salud es de los mejores del mundo”
Esther Ventura y Juan
María Rendón, cabezas del grupo Lafrancol, que cumple
100 años, opinan que el gobierno no puede dejar acabar un sistema “tan bien
concebido”
En sus propias palabras
· "Frente
a enfermedades catastróficas como el cáncer y el sida, algunos países como
Sudáfrica y Brasil, se han rebelado contra el sistema de patentes”. Juan M.Rendón, vicepresidente Lafrancol
· La
figura de ‘Protección de los datos’ tiene la ventaja que es de rápida entrada
en vigencia y cubre aquellos medicamentos que no están protegidos por
patentes”. Esther Ventura, presidenta Lafrancol.
·
"Parte de nuestro éxito son los
desarrollos de las combinaciones nuevas, a las que hacemos estudios clínicos
muy completos con un grupo de médicos líderes, con el fin de comprobar su
efectividad”. Esther Ventura, presidenta de Lafrancol.
Un
mediodía rabiosamente cálido de 1911, un joven que había sido Consejero de
Comercio del gobierno francés, llamado Bernard Pauly, desembarcó, deslumbrado por la canícula, en medio de
la zarabanda del muelle de Puerto Colombia, muy cerca de Barranquilla.
Cansado
por el largo viaje marino, que le había permitido ordenar sus pensamientos y
reunir el coraje necesario para la aventura que emprendería en esas tierras de los Caribe, venía de hacer negocios en los confines de
África y de navegar hasta toparse con la isla de Cuba, en la baraúnda de zancudos de la húmeda franja del Ecuador.
Frente a Venezuela, había visitado Margarita,
En
la capital del Atlántico se sintió tan a gusto, que fundó una empresa
farmacéutica para representar laboratorios de Francia, país que se llevaba las
palmas en materia de investigación y descubrimientos científicos en esa época.
Como no tuvo hijos, trajo a sus tres sobrinos, Mauricio, Miguel y Roberto
Ventura Pauly a trabajar en su empresa. Los muchachos
crecieron, estudiaron, se casaron y se multiplicaron en familias espléndidas, y
trabajaron con entusiasmo en el laboratorio.
Roberto
Ventura Pauly, el menor, que había estudiado química
farmacéutica en
Roberto
se había casado con Isabel Crispino, una condiscípula
de ascendencia italiana, bella, espigada y elegante, que le dio seis hijos:
David, Esther, Rosita, Miriam, Roberto y Carmela, y aportó un jarabe de su
invención, al portafolio de Lafrancol. El tercer
relevo -cuando ya la fábrica completaba 65 años de historia y había producido
centenares de medicamentos y éxitos-, lo tomó Esther, graduada con honores como
ingeniera química en
Se
había casado con el pereirano Juan María Rendón,
quien poseía grado en ingeniería industrial en la misma Universidad, donde
también había hecho un máster. Ventura había sido en
el Liceo Benalcázar y en Univalle,
“una porra” para las matemáticas y era famosa por la energía y la capacidad de
trabajo que desplegaba.
A
partir de allí, Lafrancol inició un ascenso
ininterrumpido de éxitos, hasta convertirse en el más importante de los
laboratorios farmacéuticos del país, incluido por la revista Semana en la
casilla 264 de las 1000 empresas más importantes de Colombia. Después de cuatro
años en
Esther
y Juan María Rendón, nos concedieron esta entrevista.
¿Por qué surgieron las patentes de
protección intelectual?
JMR-
Para defender la inversión en investigación, los países industrializados
empezaron a dar protección a quienes hacían inventos e innovaciones, con
exclusividad de producción, por 10 años inicialmente, y luego por 20. Pero en
muchos países en vía de desarrollo, como el nuestro, el que brinda la salud es
el gobierno y aquí, por ley de
¿Cómo se obtienen?
EV-
Cuando una empresa hace un descubrimiento o una innovación, debe solicitar su
protección en algún país, y tiene un año de gracia para registrarlo en los
demás países del mundo. Muchas compañías deciden no registrarlo en todos porque
el costo es muy alto, pero algunas sí se aseguran de hacerlo en todas partes.
Pasado el año, esa información es pública para que, en función de ella, se
puedan hacer nuevas investigaciones y nuevos desarrollos, pero la fórmula queda
protegida por 20 años. Otros laboratorios sólo podrán sacar ese producto cuando
la patente expire.
¿Cómo afecta eso un sistema de salud como
el colombiano?
JMR-
Retrasa muchísimo la entrada al país de productos que puedan competir y eso
hace que los sistemas de salud tengan que pagar precios altos en los
medicamentos de los monopolios.
¿Cómo logró Sudáfrica negociar ese tema tan
delicado de patentes?
JMR-
Las multinacionales prefirieron llegar a una negociación con Nelson Mandela. Bajaron los precios, antes de que se sentara un
precedente de violación de patente. Brasil dijo perentoriamente que su sistema
no aguantaba esos precios y aplicó una norma -que existe en el comercio
internacional- llamada ‘Licencia Obligatoria’, que le exige al dueño de la
patente hacer una cesión, una regalía, a un competidor local.
Muy pocos países lo hacen porque es tal la presión de las multinacionales, que
no se atreven a abrir competencia, pero Brasil lo logró.
EV-
No sólo eso, sino que no les abren el comercio en otros países. Hay represalias
porque la condición - sine qua non - para estar en el mercado ampliado, con
libre flujo de productos, es que se respeten todas las reglas.
JMR-
Es bueno respetar la propiedad intelectual hasta el punto que lo merece. A
quienes hacen una inversión considerable para desarrollar una molécula, está
bien que les den protección por 20 años, pero no más pues se necesita que estos
productos estén a disposición de los pacientes a precios accesibles. No
obstante siempre existe la presión para que se prolongue dicha protección.
¿Y no hay manera de librarse del cepo?
JMR-
Sólo cuando se aplica la figura de Licencias Obligatorias por situaciones de
emergencia.
EV-
Como parte de las negociaciones con Estados Unidos ahora existe una protección
adicional llamada ‘Protección de los datos’ que consiste en otorgar una
exclusividad por cinco años a quien primero presente la documentación para
obtener el primer registro sanitario en el país.
¿Cómo es el desarrollo de Lafrancol?
EV-
Al momento de su fundación, en 1911, tenía representaciones de los más
importantes laboratorios franceses, pero años después emprendió la fabricación
de sus propios productos, con su marca, usando materias primas que estaban
fuera del mercado de patentes.
¿Qué ofrecen en el campo de la innovación?
EV-
Hacemos combinaciones para mejorar las terapias. Por ejemplo, combinamos
antihipertensivos para una mejor cobertura y efectividad farmacéuticas de
efecto más rápido, como las masticables. Somos muy buenos para hacer nuevas
fórmulas con principios activos conocidos, por fuera del mercado de patentes.
¿Cómo están en productos biotecnológicos,
la nueva era de la medicina?
JMR-
Tenemos el único bio-similar de segunda generación
que se ha logrado sacar al mercado, porque el Ministerio de Salud está
aplicando una reglamentación exagerada.
¿Y para qué sirve su producto
biotecnológico?
JMR-Para
el tratamiento de la artritis reumatoidea y psoriasis.
¿Si el producto de la multinacional vale el
doble, puede asegurar que el de ustedes es realmente efectivo?
EV-
Claro que sí. Un grupo de médicos líderes en este campo hizo para nosotros un
estudio con excelentes resultados, que fue publicado en una revista científica
y presentado en Congresos de
¿Cuál es la fuerza que ha impulsado a Lafrancol al puesto que hoy ocupa?
JMR-
Tener un grupo fuerte en desarrollo de productos. En Colombia, como en todos
los países, hay estadísticas muy exactas sobre las ventas de medicamentos, IMS.
Aquí se sabe qué y cuánto vende cada cual. Nosotros estamos en el primer puesto
como el laboratorio que vende más. Es también el laboratorio que más prescriben
los médicos y es el laboratorio que durante los últimos
diez años presenta el mayor volumen de productos nuevos cada año.
Media Colombia implora el TLC con Estados
Unidos, y otra media juzga que es inconveniente. ¿Cómo vamos allí en materia de
medicamentos?
EV-
El TLC reafirma la nueva protección adicional de cinco años que explicamos
anteriormente y concede prórrogas en la exclusividad dada por una patente
cuando hay demoras en la aprobación de la patente o en el Registro Sanitario.
Se abren oportunidades para exportar a EE.UU. pero en
la realidad es difícil beneficiarse de ellas por las barreras que se aplican
para aprobar los Registros Sanitarios en ese país.
Usted estuvo muy activa en las rondas de
negociación en Washington...
EV-
Sí, estuve en once de las trece rondas y tratamos de advertirles a los
negociadores colombianos que si se aprobaban las mayores exigencias de
propiedad intelectual que exigía la contraparte, los costos de los medicamentos
iban a ser muchísimo más altos y el Sistema Nacional de Salud iba a salir
seriamente perjudicado. Hicimos lobby con los demócratas americanos y para
sorpresa de todos, fueron ellos con el aporte de Edward
Kennedy quienes reversaron algunas de las concesiones ya aceptadas, pues las
consideraron exageradas y nocivas para los pueblos en vías de desarrollo.
¿En materia de comercio exterior y
exportaciones, quieren volverse una multinacional?
JMR-
Una multinacional latinoamericana, porque por ahora Europa o ese tipo de
mercados resultaría muy ambicioso; pero Colombia tiene una posición muy
estratégica y ha logrado incursionar en casi todos los países de Centro América
y algunos de Suramérica, con muy buen resultado. Hay países centroamericanos
políticamente inestables, pero estables económicamente. Sin embargo, ofrecen
una gran ventaja: con bodegas centrales en cualquiera de ellos,
se puede abastecer a todos los demás, de manera que estamos tratando de
alcanzar ese potencial.
Mucha gente le echa la culpa del
encarecimiento de los productos a la liberación de precios.
EV-
En una industria tan competida como la farmacéutica, el control de precios no
es necesario. Lo que se debe evitar son los monopolios, porque se sabe que la
competencia se encarga de mantener los precios bajos.
JMR-
Algunas personas consideran en forma equivocada que la solución para la crisis
actual del Sistema de Salud es el reestablecimiento del control de precios. La
situación de recobros altos se ha resuelto con el Decreto recientemente
expedido por el gobierno, en el que se fijan precios máximos para el recobro en
el Fosyga para aquellos medicamentos que, por una u
otra razón, tienen exclusividad de mercado.
¿Cómo ven la actuación del gobierno frente
a la corrupción en el Sistema de Salud?
JMR-
El gobierno no puede dejar acabar un sistema de salud tan bien concebido y tan
universal. Debe ponerle parámetros y concentrar el número de compañías
prestadoras de servicio, porque con tantas, controlarlas es muy difícil. La
razón de la crisis de la salud hoy, es muy parecida a la que desató la crisis
financiera hace unos años: falta total de regulación. En ese tiempo se
establecieron reglas fuertes, la mayoría de bancos chiquitos fueron absorbidos
y se hizo una reglamentación estricta que ha defendido al sistema financiero en
crisis recientes.
¿Entonces considera que la ley 100 no es
una mala ley?
JMR-
No lo es. Genera un cubrimiento en salud como no existe casi en ninguna parte
del mundo y está muy bien establecido a través de una cercanía –digámoslo así-
entre el Estado y
EV-
No fue nunca función del ministerio manejar finanzas. Cuando vino la reforma,
no se reestructuró y les quedó grande. Ojalá eso
hubiera estado en el Ministerio de Hacienda, porque ahí todos tienen una
concepción de las finanzas. El sistema es muy bueno, pero el roto es muy grande
y al gobierno le va a tocar meterle una enorme cantidad de dinero.
Aparte de eso, a partir de
JMR-
Para obtener un cubrimiento del 90% de la población había que meter al médico en el sistema y éste quedó de empleado. El gobierno
le dice a la entidad: yo le pago $500.000 por cada paciente y usted verá cómo
los atiende. Las EPS tienen que volverse muy eficientes para dar un buen
servicio y ser sostenibles económicamente.
¿De qué sirve tanta cobertura, en
detrimento de la calidad del servicio?
JMR-
Si no es así, no hay manera de financiarlo. Los grandes sistemas de Salud
quebraron en casi todos los países, o tuvieron que ser abortados. El sistema de
salud colombiano es de los más completos del mundo porque incluye además el
medicamento.
¿Pero cuál es el punto de quiebre del
sistema?
JMR-
La intervención jurídica en el modelo que se concibió para cubrir determinados
medicamentos y enfermedades en el llamado POS. Empezaron a llegar pacientes con
enfermedades catastróficas que no estaban incluídas y
que al ser rechazados echaron mano de la tutela y casi siempre la ganaron.
Aparte de eso, un fallo de