La pediatra
Clara Patricia Granada de Prada explica que el café no es un alimento, por
tanto, no tiene indicación en los niños. Además, afirma, “es un estimulante, y
hay niños a los que les produce irritabilidad, inquietud o insomnio”.
En
su criterio, el café pueden tomarlo únicamente los adolescentes. Sin embargo,
explica la neuropediatra Olga Lucía Casasbuenas, en
algunos casos el café puede tener efectos tranquilizantes en ciertos niños y,
como sostiene la doctora Granada, “hay estudios que muestran que en los niños hiperquinéticos a veces actúa como sedante”.
Esto
depende de cada menor de edad y por eso es importante que, en estos casos, los
padres consulten con su pediatra antes de darles café a estos niños. Nicolás
Ramos, pediatra y presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría, regional
Bogotá, sostiene que uno de los beneficios del café puede ser mejorar la
concentración del niño y su rendimiento en la escuela, pero no lo recomienda
para niños menores de 7 años, pues su sistema nervioso central es muy sensible,
y aclara que el café en exceso sí puede ser nocivo.
“En
los niños, el consumo de cafeína en exceso es perjudicial de la misma manera
que en los adultos”, afirma Ramos, y añade que “si se toma en exceso, más de
dos tasas al día pueden provocar malestar gastrointestinal, como dolor
estomacal, aumento del ritmo cardiaco, nerviosismo, cefaleas, dificultad para
dormir.
Son
estos síntomas asociados los que pueden poner en peligro la integridad física
de los pequeños, ya que estos no necesitan consumir mucha cafeína para sufrir
los efectos mencionados”. Así, está claro que si un niño se toma un café un día
o si desayuna con frecuencia un café con leche, no tendrá problemas.
Oswaldo
Mercado, pediatra, también sostiene que un consumo excesivo claramente es
perjudicial para un niño, pero tomarlo de vez en cuando no es contraproducente.
Riesgos de los
energizantes
Exceso
de cafeína tendría efectos en adolescentes El informe de la edición de febrero
de la revista ‘Pediatrics in Review’,
tras analizar investigaciones existentes, concluye que las bebidas ricas en
cafeína, como los energizantes populares, pueden provocar un latido cardiaco
acelerado, hipertensión, obesidad y otros problemas médicos en los
adolescentes.
REDACCIÓN
ABC DEL BEBÉ