Hay poca educación superior
pública excelente
De
las 32 universidades que existen, ocho cuentan con acreditación de alta
calidad.
En
las menos buenas hay ineficiencia, poca investigación e injerencia de la clase
política.
Las
32 universidades públicas del país han tenido un desarrollo
desigual en calidad, cobertura y capacidad investigativa.
A la fecha, ocho de ellas se han acreditado con altos estándares de calidad de
forma voluntaria y, de los 637 programas de pregrado
(hay más de 5.000) que actualmente cuentan con esta acreditación en Colombia,
333 son ofrecidos por instituciones públicas.
En
el caso de las privadas, son 12 las universidades acreditadas, de 48 que
existen. Hoy, dice el docente e investigador Luis
Enrique Orozco, "hay cinco o seis universidades estatales muy buenas, con
publicaciones indexadas, profesores de tiempo completo y con nivel doctoral,
pero otras confiadas en el papá Estado, mal gerenciadas
y poco articuladas con el desarrollo científico, lo que se traduce en docentes
mal pagos y de baja calidad".
"Hay
universidades públicas de excelencia, pero son la excepción, y hay otras que no
son buenas... Las que son excelentes han logrado crear una comunidad
educativa de calidad, ser eficientes y crecer en grupos consolidados de
investigación, pero otras todavía tienen mucha intervención de la clase
política, manejos no claros, procesos sindicales perversos, y esto se traduce
en baja calidad", afirma Gabriel Burgos, ex viceministro de Educación
Superior.
Precisamente,
uno de los aspectos que plantea la propuesta de reforma a
Esta falta de transparencia, agrega Burgos, les impide a algunas llegar a la
excelencia.
No
tantos docentes de cátedra
Pero
el tema de los docentes, su formación y su tiempo dedicado a la enseñanza
también impactan en la calidad. "Muchas universidades han optado por
contratar profesores de cátedra u ocasionales y aunque eso no necesariamente es
malo, tampoco es bueno, y es clave que haya una mezcla sana", afirma el
viceministro de Educación Superior, Javier Botero.
Cifras
del Ministerio de Educación Nacional dicen que de los 110.488
docentes vinculados a la educación superior pública y privada en el 2009, el 30
por ciento estaban de tiempo completo, el 13,6 por ciento de medio tiempo y el
56,2 por ciento eran catedráticos.
En
cuanto a formación, Colombia tiene 4.578 docentes con doctorado y, de estos, al
menos el 60 por ciento está en las universidades públicas.
"La
acreditación de calidad implica tener un equilibrio entre docentes de tiempo
completo y de hora cátedra, así como una apuesta a la investigación", dice
Ana María Botero, subdirectora de aseguramiento de la calidad del Viceministerio de Educación Superior.
Sin
embargo, la falta de recursos impide la mayor vinculación de docentes de alto
nivel, explica Gabriel Misas, profesor e investigador de
"Por
esta falta de plata tienen que acudir masivamente a docentes de cátedra y no es
conveniente que sean muchos", aclara.
A esto se suma, según el Viceministro Botero, que existen varios docentes con
formación doctoral que realizan labores administrativas en lugar de estar en el
aula.
"Las
universidades públicas hemos demostrado que tenemos compromiso con la calidad,
pero nos hacen falta más recursos para esto... Por ello, no estamos de acuerdo
con que para seguir siendo universidad nos den cinco años para cumplir
requisitos de calidad", afirma Daniel Vivas,
presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE).
En calidad, rescata Moisés Wasserman, rector de
Datos
del Icfes muestran que en las pruebas Saber Pro,
realizadas entre el 2004 y el 2008, y en las que participaron más de 400.000
estudiantes de forma voluntaria (37 por ciento del sector oficial), en nueve de
los diez Ecaes del área de ciencias de la salud, los
estudiantes oficiales superaron a los de privadas.
En
administración, las privadas los superaron de forma significativa, pero en
economía, contaduría e ingenierías los promedios anuales de los estudiantes de
instituciones oficiales fueron mejores.
En
cuanto a empleabilidad, hoy el 76,3 por ciento de los
graduados del sector oficial se emplea en el sector
formal, y de la educación privada, el 75,4 por ciento.
La capacidad investigativa es un indicador importante de calidad.
'Manejo
un presupuesto de cero pesos'
Cero.
Ese es el presupuesto con el que cuenta el biólogo Carlos Parra para la
administración general del Herbario Nacional Colombiano, del
Instituto de Ciencias Naturales de
"Cero pesos", repite este profesor con un doctorado en Taxonomía
Botánica de
"
El
herbario se mantiene abierto gracias a un "trabajo con las uñas". El
dinero que reciben llega de servicios externos que prestan en estudios de
impacto ambiental o identificación de plantas. Pero es muy poco.
Parra -que desde el año 2000 está vinculado como profesor en el Instituto y
desde el año pasado administra el herbario- dice que a pesar de haber
presentado varios proyectos en la universidad, "nadie ve la importancia de
rescatar estas colecciones".
Para él, es vital preservar la tarea del herbario, como un registro de las
plantas que existen en un país. "Y no solo se trata de registrar, sino de
estudiar su uso". Hoy la colección tiene 550 mil especímenes
registrados. Los otros, en depósitos, corren el riesgo de deterioro por
posibles ataques de plagas.
La poca plata que les entra es destinada a los contratos de las personas que
catalogan las plantas, no más de dos o tres empleados. "Me ha tocado
poner de mi bolsillo para comprar cartón, pegante, cinta", dice el
biólogo.
Parra tiene proyectos detenidos. "Podríamos publicar más, inventariar
más, hacer más exploraciones de campo, porque aún se desconocen muchas
especies, pero no hay cómo. Estoy comprometido con mi trabajo, pero la
situación es frustrante".