Al menos 200 niños con cáncer no tienen recursos para transportarse al sitio de atención en Quindío

María Lucelly Chala junto a su hija, Maryi Lorena (al fondo). Esta madre no cuenta con el dinero para que sus dos hijos, que tienen la enfermedad de Gaucher, acudan a recibir un tratamiento gratuito.

Aunque la atención es gratuita, las familias de los menores no tienen el dinero para llevarlos a la Unidad Oncológica del departamento. La Fundación está buscando recursos para buses y comida.

En Quindío hay más de 5.000 personas con cáncer, de las cuales el cinco por ciento son niños, casi todos pertenecientes a los estratos 1, 2 y 3. El tratamiento para contrarrestar los efectos de la enfermedad puede costar entre uno y 50 millones de pesos, dependiendo del procedimiento.

Para cubrir los gastos que estos enfermos requieren, la Fundación Oncólogos de Occidente destinó unos recursos con los que pueden atender, de manera gratuita, a los niños. Sin embargo, muchos de ellos no cuentan con el dinero para acudir a las citas.

María Lucelly Chala es una madre cabeza de hogar que ha visto cómo una misma enfermedad deteriora la salud de sus dos hijos. Su hija, de 14 años, y su hijo, de 17, padecen de la enfermedad de Gaucher, un trastorno genético que involucra, entre otros órganos, al sistema óseo. Esta enfermedad no tiene cura y requiere tratamiento de por vida.

Para María Lucelli lo más difícil es estar desempleada. "A veces, no tengo dinero para transportarme; entonces me toca ir a pie, y mis hijos no pueden caminar mucho".

Ella relata que para que atendieran a sus pequeños tuvo que instaurar una tutela en contra de la EPS, pues, según ella, la entidad no quería pagar por el tratamiento.

Otro drama es el que vive Blanca Idaly Hincapié, madre de una niña de dos años, a la que le detectaron un tumor en el estómago. Ella asegura que su caso es complejo, pues tiene que viajar desde Toro (Valle del Cauca) hasta Armenia, para que su hija reciba el tratamiento. "A veces, la paso mal con mi niña. En ocasiones me toca pedirle a la gente para devolverme a mi casa; eso me da mucha pena, pero lo hago por la salud de ella", dice.

Blanca manifiesta que, aunque en la Unidad Oncológica las atienden bien, le gustaría que hubiese un hogar de paso para estar más cerca de su hija, y "sin molestar a nadie".

"A mi pequeña tienen que hacerle 26 radioterapias, todas en Armenia y no tengo para quedarme por acá. Lo único que le pido a mi Dios es que me la sane", señala.

Preocupación institucional

Alfonso López Reina, presidente de la Fundación Oncólogos de Occidente, manifiesta su preocupación por la situación de estas familias. "Si no conseguimos la manera de que vengan, los niños enfermos de cáncer no podrán recibir el tratamiento y, lógicamente, pueden morir. La Fundación está trabajando para que esto no suceda. Por eso acudimos a la bondad de los que puedan, para fortalecer un fondo de apoyo para estos niños", asegura.

El objetivo de la Fundación, que actualmente atiende a 230 niños, es lograr los recursos para dar transporte y alimentación gratuita a los niños de estratos 1, 2 y 3 que padezcan la enfermedad.

"Uno de los grandes factores que empeoran el cáncer es la desnutrición y cuando vemos a estos niños consumirse con esa enfermedad, simplemente porque no tienen con qué comer, nos duele", indica López.

YEISON GUALDRÓN
PARA EL TIEMPO
ARMENIA