Se Presentarían Problemas
Al Respirar Nariz Que Se Lesiona Con Los Primeros Pasos
CLAVE: NO
DESCUIDAR A LOS PEQUEÑOS.
Se puede
poner una bolsa con hielo para evitar la hinchazón cuando ocurre la caída y el
médico formulará algún analgésico para el dolor, de ser necesario. Puede
aparecer hemorragia.
El
otorrinolaringólogo y cirujano plástico facial Jorge Espinosa recomienda que
cuando los niños estén aprendiendo a caminar, los padres deben estar más
pendientes que nunca de su cuidado y ofrecerles espacios libres de riesgos.
Lo mismo
ocurre después de los 2 años, cuando aprenden a correr, y quieren recorrerlo
todo, pero aún no controlan su equilibrio.
Los niños
aprenden a caminar desde los 9 meses. Sus necesidades de conocimiento crecen
por la nueva posibilidad de explorar el mundo.
Sin
embargo, en este periodo exploratorio suelen suceder accidentes, como caídas y
golpes, pues los pequeños aún no tienen el equilibrio para sostenerse con
fuerza y se enredan con sus pasos.
Dice
Jorge Espinosa, cirujano plástico facial y otorrinolaringólogo, que son muy
frecuentes los golpes en la nariz de los niños que están aprendiendo a caminar,
pues siendo la zona de mayor relieve en el rostro, es la que se ve más
afectada.
El golpe,
en la mayoría de los casos, generará llanto del pequeño, dolor, inflamación y
hematomas. En las situaciones más graves y poco frecuentes puede aparecer
fractura del tabique o cualquier otro hueso de la cara.
Los
padres deben ponerle hielo y proveer algún analgésico para el dolor, hasta que
las molestias pasen.
En
algunos casos, dice el doctor Espinosa, con el golpe se pueden “alterar los
centros de crecimiento que están ubicados en el dorso de la nariz y en el
tabique, que pueden cambiar el curso del desarrollo normal de la forma de la
nariz, lo que ocasiona que crezca torcida, con gibas muy grandes y casi siempre
tienen problemas para respirar”.
Las
complicaciones Aunque hacen parte de casos reducidos, es posible que los golpes
ocasionen una obstrucción nasal severa, como consecuencia de una limitación en
el crecimiento de la región malar y el tercio medio de la cara. Es decir, que
el área comprendida entre los ojos y la nariz no logra el tamaño que debería.
Por esa
razón, Espinosa recomienda que después de estas caídas los padres acudan a un
otorrinolaringólogo, para verificar que el pequeño esté en óptimas condiciones
y que, de presentarse algún problema, se pueda corregir a tiempo. De lo
contrario, es posible que el niño sea un candidato futuro a rinoplastia para
solucionar sus problemas respiratorios y, de paso, mejorar la apariencia de su