La mayoría de ellos
se debe a enfermedades cardiovasculares que hubieran podido presentarse en otro
momento
El pasado lunes 19 de octubre, Francisco Rincón y Edgar Apraez
se enteraron por las noticias de que un día antes Daniel Langdon,
Rick Brown y Jon Fenlon fallecieron mientras desafiaban los 42 kilómetros de
la Maratón de Detroit (E.U.).
La noticia les causó curiosidad y pesar, pero, luego de un examen de
conciencia, continuaron su preparación con miras a la carrera Nike 10k, que debía celebrarse el sábado 24 de octubre en
Bogotá. Los atletas aficionados llegaron al sitio de salida, el parque Simón
Bolívar, bien preparados, con la mentalidad de, por lo menos, cruzar la meta en
la calle 85 con carrera 15, pero el destino fue otro. Rincón, de 60 años,
recorría el kilómetro cuatro de la carrera. Le dijo a su esposa Alexandra que
le había "dado bazo" y que ella continuara su camino.
Alexandra pasó la meta y esperó unos minutos a su esposo, pero él nunca
apareció. Comenzó a preguntarlo y le informaron que estaba en la clínica Shaio. Al llegar, le dijeron que había muerto de un
infarto. Apraez corrió la misma suerte. En el segundo
kilómetro de competencia se fue al suelo y, aunque trataron de reanimarlo, no
fue posible: falleció a sus 40 años, víctima de un infarto. Según su cuñado
Milton Olarte, era un "superdeportista. No fumaba, no tomaba y se cuidaba
en todo".
Estos cinco casos reviven el tema de la muerte súbita en las personas que
practican deporte, bien sea aficionado o profesional. Se le llama así porque es
un episodio en el cual la persona afectada pierde el pulso, la respiración, la
conciencia de una forma repentina e inesperada. ¿Las causas? Múltiples, pero la
primera son las enfermedades cardiovasculares. Este tipo de muerte es más
impactante cuando se presenta en el deporte, pero hay que aclarar que todos los
días fallecen personas por esta clase de ataques.
Los deportistas aficionados son más propensos a morir de un momento a otro.
Una de las muertes denominadas súbitas que más impresionó al mundo fue la del
futbolista camerunés Marc-Vivien
Foe, quien en el juego contra Colombia, en la Copa
Confederaciones, el 23 de junio del 2003, se cogió las rodillas intentando
resistir el dolor en el pecho, pero a los pocos segundos se desplomó en
presencia del volante Jairo Patiño. El partido se paró y todos acudieron a
donde estaba Foe. Patiño volteó el cuerpo del
camerunés y le bajó la mano derecha. A pesar de la atención médica, el
futbolista abandonó el terreno de juego en una camilla: ya había fallecido.
La autopsia reveló que Foe murió a causa de un
ataque cardíaco, resultado de un crecimiento anormal (hipertrofia) del
ventrículo izquierdo. Estudios toxicológicos no mostraron rastros de drogas en
su sistema. Según Juan Carlos González, licenciado en educación física y
especialista en entrenamiento de ciclismo y atletismo, "las estadísticas
de muertes súbitas en deportistas no muestran una fuente consolidada mundial,
pero hay estudios serios que se convierten en referentes confiables",
indicó.
González agregó que "en cuanto a las cifras, en Estados Unidos, la
muerte de deportistas de high school
se acerca al promedio de una persona por cada 200.000 practicantes, mientras
que las cifras de entidades españolas como la Mutual General Deportiva y la
Federación de Medicina del Deporte nos dan un 0,26 por cada 100.000
habitantes", señaló.
González asegura que las muertes generadas por factores de riesgo
cardiovascular superan en el mil por ciento a las generadas, no por el deporte
mismo, pero sí en el ámbito deportivo.
John Jairo Nazareno era un jugador de la división menor del fútbol
ecuatoriano. A sus 21 años falleció de un paro cardíaco, 20 minutos después de
haber jugado un partido con el club Chimborazo, al que pertenecía. Nazareno fue
llevado rápidamente al hospital y, según los médicos, el jugador, "evidenció
un dolor intenso en el pecho que generó una arritmia cardíaca
conocida como fibrilación ventricular que le produjo el paro del corazón",
dijo el galeno Eduardo Barzallo.
¿El dopaje puede ser una causa?
Jorge Alarcón, coordinador del programa nacional antidopaje, advierte que es
un camino muy peligroso. "Cuando uno se refiere a los estimulantes, es
mucho más frecuente, pues con ellos se aumenta la capacidad de resistencia y se
pueden presentar accidentes cardiovasculares, que generan una muerte súbita",
declaró Alarcón.
El 25 de agosto del 2007, el jugador español del Sevilla Antonio Puerta
murió en un hospital, tras sufrir un paro cardiaco durante el partido de la
primera jornada de la Liga, y cinco días después falleció Cedric
Schlienger, jugador de voleibol del Club Chaumont, de la segunda
categoría de Francia, luego de sufrir una crisis cardiorrespiratoria mientras
se entrenaba.
Un futbolista del Hapoel Beersheba
israelí, el zambio Chaswe Nsofwa, de 26 años, falleció después de desplomarse en el
césped durante un entrenamiento. La temperatura era de 40 grados. Otro caso
importante fue el de Francisco Javier Vital, un atleta aficionado de 47 años,
que falleció de un paro cardiorespiratorio cuando
participaba en el Maratón de Ciudad de México.
Una de las muertes más lloradas en Epaña fue la
del defensa del Español Daniel Jarque. Aunque su
fallecimiento no fue en un campo de juego, su muerte súbita fue muy comentada. Jarque fue encontrado muerto en la habitación del hotel
donde se hospedaba su equipo, que cumplía la pretemporada en Italia. El defensa
y capitán de la escuadra hablaba por teléfono con su novia y le alcanzó a decir
que se sentía mal: sufrió un ataque al corazón.
¿Y se puede evitar? Camilo Pardo, médico del equipo de ciclismo Colombia es
Pasión-Café de Colombia, advierte que es difícil evitar la muerte súbita,
"pues hay muchos factores que influyen: una malformación genética o un aneurisma cerebral, en fin, son tantas que es complicado
evitarla. No hay una clara causa sobre ella".
Algunas federaciones deportivas están preocupadas por la situación. Una de
ellas es la Fifa, la rectora del fútbol, que quiere
que los principales deportistas se sometan a exámenes regulares de salud para
reducir al mínimo el riesgo de muertes por insuficiencia cardiaca.
El director médico de la entidad, Jiri Dvorak, dice que exámenes intensivos a los jugadores y
preguntas sobre los antecedentes médicos familiares podrían identificar las
causas más comunes de paro cardiaco.
Fifa implementó esta medida en el Mundial de
Alemania 2006 y ahora quiere extenderla a todas las ligas y competencias.
Se sugiere controlar constantemente la presión arterial. No fumar, conocer
el valor de colesterol, hacer ejercicios físicos periódicamente. Además, hay
que evitar las comidas con alto contenido de grasas.
Para iniciar una práctica deportiva de mayor intensidad hay que tener en
cuenta: no fumar ni 3 horas antes ni 3 horas después de la competencia. No
hacer ejercicios luego de una comida. Hidratarse antes, durante y después de la
actividad realizada. Efectuar un calentamiento previo al ejercicio. Continuar
el ejercicio leve hasta enfriarse. Y lo más importante: evitar practicar
deportes si tiene alguna enfermedad aguda o su estado es febril, eso genera
complicaciones peligrosas para la salud.
REDACCIÓN DE DEPORTES