Al dejar de fumar antes de los 40 años, las mujeres pueden esperar
vivir nueve años más que las que siguen fumando, aunque la esperanza de vida de
las exfumadoras continúe siendo inferior a la de las
que nunca fumaron, según un estudio publicado el sábado.
El estudio analizó a 1,2 millones de mujeres británicas seleccionadas entre
1996 y 2001 y seguidas hasta el 2011.
Las mujeres, de entre 50 a 65 años, fueron interrogadas sobre su estilo de
vida y su estado de salud con tres años de intervalo.
El 20 % de las participantes fumaban, 28 % eran exfumadoras
y el 52 % jamás había fumado.
Los resultados mostraron que las fumadoras tenían en promedio 11 años de
vida menos que las que jamás fumaron, con un riesgo de fallecer antes de los 70
años del 24 % en las fumadoras contra 9 % en las no fumadoras.
Pero los investigadores británicos se detuvieron en determinar lo que
sucedió con las mujeres que dejaron de fumar en diferentes momentos de su vida.
Descubrieron que al dejar el hábito antes de los 40 las mujeres
pueden ganar más de 9 años de existencia, incluso 10 si dejan de fumar antes de
los 35 años.
"Sean hombres o mujeres, los fumadores que dejan de fumar a una
edad media ganarán en promedio 10 años de vida", subraya uno de
los coautores del estudio, Richard Peto, de la Universidad de Oxford.
"Ello no significa, no obstante, que las mujeres pueden sin peligro
fumar hasta los 40 años y luego dejar, ya que conservan en las décadas
siguientes una tasa de mortalidad superior a 20 % que las que jamás
fumaron", señala el estudio.
Las muertes prematuras de los fumadores se deben principalmente al cáncer de
pulmón y a las afecciones respiratorias crónicas, así como a las enfermedades
cardiovasculares.
Para las que dejan de fumar entre los 45 y los 55 años el riesgo de
fallecimiento prematuro aumenta 56 % con respecto a las no fumadoras,
pero siguen ganando entre 6 y 7 años de vida con respecto a las que continúan
fumando.
Si comparamos a las fumadoras que continuaron fumando y las no
fumadoras, el riesgo global de morir prematuramente se multiplica casi por
tres.
El riesgo aumenta en función de la cantidad de cigarrillos fumados
diariamente y en función de la edad en la que las mujeres comenzaron a fumar.
Las que comenzaron antes de los 15 son las de mayor riesgo, en particular para
el cáncer de pulmón.