MONTREAL (AFP) La exposición temprana a la televisión perjudica la salud de
los niños, su desempeño académico y el desarrollo social, según un estudio de
las universidades de Michigan (Estados Unidos) y
Montreal (Canadá).
Los investigadores descubrieron que por cada hora adicional que pasan frente
al televisor, los niños menores de cinco años ven disminuidos, a futuro, la
atención en clase, los logros en matemáticas y el tiempo que deberían dedicar a
la actividad física.
El estudio fue llevado a cabo con 1.314 niños.
Los responsables pidieron a los papás registrar los hábitos de sus hijos de
edades que oscilaban entre los 29 meses (cerca de dos años y medio) y los 53
meses (cuatro años y medio), respecto a la televisión. Luego, cuando los niños
estudiados llegaron a la edad de 10 años, fueron evaluados por los profesores.
De acuerdo con las conclusiones, publicadas en Archives of
Pediatrics & Adolescent
Medicine, por cada hora de televisión que ven los niños, peor es su desempeño
académico y mayor el consumo de comida chatarra. En consecuencia, tienden a
tener peor salud que los demás.
“Encontramos que cada hora adicional de exposición a la televisión entre
niños pequeños, correspondía con una futura reducción en la participación
escolar y el éxito en matemáticas, un incremento en el acoso por parte de los
compañeros, una vida más sedentaria, un alto consumo de refrescos y comida
chatarra y, eventualmente, un mayor índice de masa corporal”, dijo a BBC
Ciencia Linda Pagani, directora del estudio.
La Academia de Pediatría de Estados Unidos aconseja, de hecho, evitar la
televisión en la primera infancia, y una exposición menor a dos horas por día
para los niños mayores a dos años.
“El sentido común sugiere que ver televisión reemplaza el tiempo que podrían
invertir en actividades enriquecedoras y de desarrollo que fomentan las tareas
cognitivas, de comportamiento e incluso el desarrollo motor”, dijeron los
autores del estudio.
No es la primera vez que una investigación encuentra evidencia en ese
sentido. Sin embargo, este es el primer estudio que observa cómo la televisión
afecta a los niños en su primera infancia.
“Ver televisión en edad preescolar sigue siendo una actividad cognitivamente
pasiva en un momento clave para el desarrollo de experiencias de atención y de
comportamiento de autorregulación”, señaló Pagani.
Los niños en este “periodo crítico”, por ejemplo, aprenden a procesar la
información, a interactuar con su entorno y, finalmente, a usar la lógica para
entender las matemáticas y la ciencia