Modifican molécula para
combatir la tuberculosis
Por:
Alejandro Borráez,
El Grupo Bioquímica y Biología Molecular de las Micobacterias de la UN diseñó una molécula que haría más
efectivos los medicamentos antituberculosos, reduciendo el tiempo de tratamiento
y los efectos secundarios que generan en el organismo.
La
tuberculosis, enfermedad infecciosa provocada por un microorganismo de nombre Mycobacterium, cada año causa la muerte de dos millones de
personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
En Colombia la tasa de contagio se acerca a 25 casos por cada 100 mil
habitantes, revela el informe Vigilancia de la resistencia de Mycobacterium tuberculosis a los medicamentos, del
Instituto Nacional de Salud para el año 2006.
Sin embargo, existe un alto subregistro y la cifra
real podría alcanzar los 53 casos por cada 100 mil habitantes infectados,
puntualiza el investigador Carlos Yesid Soto,
director del Grupo Bioquímica y Biología Molecular de las Micobacterias,
del Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia.
Este aumento de la enfermedad, asociado al virus del sida y otras afecciones
que alteran el sistema inmune, conllevó a que el grupo de investigadores
enfocara su interés en la posible creación de nuevos fármacos antituberculosos,
más efectivos que los existentes y con menos riesgos para la salud.
Un paso importante lo acaban de dar con la modificación estructural de unas
moléculas similares a las proteínas, pero más pequeñas, llamadas péptidos, presentes en la primera línea de defensa del
sistema inmunológico del cuerpo contra las infecciones, pues un ataque
indiscriminado puede incluso afectar las células buenas del organismo.
"A través de la bioinformática, herramienta que permite analizar datos
biológicos mediante programas virtuales, logramos alterar químicamente dichas
moléculas para que ataquen específica y efectivamente a las bacterias
tuberculosas", explica la investigadora Luz Mary
Salazar.
Los resultados parciales han sido exitosos, y según Soto, se convierten en
pilar para la creación de nuevos medicamentos contra la Mycobacterium.
Usualmente la infección se trata con antibióticos antituberculosos de primera
línea como Isoniacida, Rifampicina
y Etambutol. En caso de que no funcionen debido a las
diferentes etapas de desarrollo de la enfermedad o la resistencia bacteriana,
se usan medicamentos de segunda línea como Capreomezina,
Biomicina o Canamicina. El
problema está en que sus resultados no son tan efectivos y pueden generar
efectos adversos en el organismo, principalmente complicaciones hepáticas.
Péptidos antituberculosos
Los péptidos son cadenas ordenadas de aminoácidos
(compuestos orgánicos que se combinan para formar proteínas). "Nosotros
hemos identificado aminoácidos clave para que reconozcan el bacilo, y lo que
hacemos es combinar su orden para que actúen únicamente sobre este
objetivo", asegura el investigador, que junto a su grupo lleva cuatro años
desarrollando el estudio.
Al modificar su estructura y su forma, las moléculas son capaces de romper las
paredes celulares de las bacterias infecciosas. Salazar explica, a modo de
ejemplo, la efectividad del experimento: "Si una concentración de molécula
nativa mata mil bacterias, la nuestra, con menos cantidad, mata un millón, lo
que permite reducir los efectos secundarios y potenciar los medicamentos que ya
existen".
Estos resultados han sido producto del análisis de 12 moléculas modificadas en
su estructura, sintetizadas y caracterizadas. Posteriormente fueron sometidas a
pruebas MTT, que permiten comparar visualmente (por colores de reactivos
químicos) su nivel de desempeño. "Obtuvimos logros promisorios en el
desempeño antimicobacterial, pero también en los
niveles de toxicidad que fueron bajos (1,2%), así como las concentraciones (50
microgramos por mililitro). Ello implica también una reducción de los daños
colaterales ocasionados por los medicamentos antituberculosos y de los tiempos
de tratamiento, una de las razones que conlleva a la resistencia
bacteriana", asegura el director del grupo.
Aunque la molécula aún no está lista para ser utilizada en pacientes (pues debe
ser sometida a más pruebas), abre la puerta a nuevos estudios que avancen en la
consolidación de un péptido que permita mejorar los medicamentos existentes.
La expectativa del Grupo Bioquímica y Biología Molecular de las Micobacterias es que su investigación sirva para formular
un biofármaco exclusivo y potencialice
mejoras en la condición de los pacientes, en los costos para los hospitales y
en los efectos secundarios. Igualmente, que contribuya a mitigar el problema de
salud pública en que se ha convertido la tuberculosis en el mundo.
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