Los diez mitos nutricionales más frecuentes

No todo lo cree adecuado comer o beber es bueno para la salud.

Desde los populares ocho vasos de agua que se deben tomar al día hasta que los huevos producen colesterol, verdades y mentiras en torno a lo que comemos.

Las especialistas en nutrición Wendy Repovich y Janet Peterson, del American College of Sports Medicine, expusieron en la Conferencia Anual de Salud y Fitness los que, a su juicio, son los mitos nutricionales más comunes:

1. 'La diabetes se puede prevenir comiendo alimentos de bajo contenido glicémico'.

No son los altos niveles de glucosa los culpables de la diabetes (sobre todo de la tipo 2, que no requiere aplicación de insulina). En realidad la dolencia es causada por la resistencia del cuerpo a la insulina. Los alimentos dulces pueden causar alzas considerables en la glicemia de la persona (azúcar en la sangre), pero eso es apenas un indicador de la presencia de la diabetes, no la raíz del problema.

2. Comer inmediatamente después de ejercitarse ayuda a desarrollar músculos.

Falso. Los atletas necesitan ingerir carbohidratos después de hacer ejercicio para reponer sus niveles de glicógeno (azúcar), y sólo una pequeña cantidad de proteína para acentuar esa reposición. Eso puede lograrse bebiendo una leche achocolatada de bajas calorías o una bebida isotónica. En ese momento la proteína no ayudará a construir músculos, por lo que los atletas de resistencia no necesitan correr a la mesa después de entrenarse.

3. Quienes comen grandes cantidades de proteína ganan masa muscular.

A menos que un deportista haga un entrenamiento significativo con pesas, la proteína extra no tendrá ningún efecto. Incluso una exigencia mayor de nutrientes en función del entrenamiento puede ser suplida con facilidad por la alimentación.

4. Si tiene intestino irritable, no puede comer fibras.

Falso en parte, pues existen dos tipos de fibras: las solubles y las insolubles (estas pueden causar problemas). Las solubles están en la mayoría de las legumbres, el cuerpo las absorbe más fácilmente y pueden ayudar a las personas que sufren del síndrome a regularizar sus ciclos digestivos.

5. Todos necesitamos tomar vitaminas.

Falso. Con una dieta rica en frutas, vegetales y leguminosas integrales, y cantidades adecuadas de proteínas magras, ningún suplemento es indispensable. Las vitaminas son recomendables para las embarazadas y personas con problemas nutricionales.

6. Tomar alcohol es perjudicial para la salud.

Con el alcohol la clave es la moderación. El vino tinto contiene antioxidantes benéficos para la salud.

7. Comer huevos aumenta el colesterol.

El mito surgió porque la yema tiene mayor concentración de colesterol que cualquier otro alimento. Sin embargo, si hay moderación en el consumo (un huevo al día), la salud no corre riesgo.

8. Hay que beber por lo menos ocho vasos de agua por día.

Es necesario reponer el líquido perdido cada día a través de la respiración y el sudor, pero eso no implica que haya que beber dos litros de agua por día. Es difícil determinar la cantidad exacta de agua ingerida en bebidas o en la alimentación a lo largo del día. Un indicador es la orina: si su color es muy oscuro, es señal de que hay que empezar a beber más agua.

9. Los carbohidratos nos engordan.

Eliminar los carbohidratos de la dieta puede tener un beneficio inmediato en la reducción de peso, gracias a la pérdida de líquido. Pero comer hidratos de carbono con moderación no ocasiona un aumento de peso, y por el contrario genera energía. El cuerpo usa los carbohidratos para funcionar, y su falta puede causar cansancio y letargo.

10. Los panes de color marrón son integrales.

No necesariamente la apariencia es indicativo de su contenido. Si lo que está buscando, por gusto o por razones de salud, es un pan integral, es mejor que lea las etiquetas o que pregunte a quien se lo vende si realmente lo es. No olvide que sustancias como colorantes y aditivos marrones pueden dar a los panificados una apariencia errada. Insistimos: lea las etiquetas.

CON INFORMACIÓN DE YAHOO NOTICIAS