Migraña, uno de los dolores de cabeza más

¿A quién no le ha dolido la cabeza? Pues a nadie. Es más, los estudios dicen que este mal es tan democrático que afecta a todos por igual, sobre todo empezando el año con deudas por pagar y alzas por enfrentar.

La buena noticia es que para eso hay remedio... Me refiero a los dolores, porque para el costo de la vida sólo queda la resignación. Aquí van consejos sobre cómo enfrentar uno de los peores dolores de cabeza que hay: la migraña.

¿Qué es? La migraña es una alteración que causa episodios (ataques) de dolor de cabeza intensos, que pueden acompañarse de otros síntomas, como alteraciones visuales, pérdida de la sensibilidad en alguna parte del cuerpo, náuseas, vómito y fotofobia (sensibilidad extrema a la luz)... ¡Eso es jartísimo!

¿Qué la causa? Unos dicen que las arterias del cerebro se aprietan y se abren repentinamente, produciendo un dolor el macho. Otros les echan la culpa a algunas sustancias que aumentan la actividad de las neuronas y afectan las arterias. Lo cierto es que aún no se sabe por qué ocurre, pero sí que puede ser desencadenada por algunos alimentos y medicamentos, el estrés y las hormonas, entre otras cositas.

Cuidado: el diagnóstico debe hacerlo el neurólogo, después de examinarlo y de ordenarle algunas pruebas. No crea lo que otros le digan...

Mérmele: si ya la tiene, procure comer poco, saque de la dieta quesos curados y vinos, el chocolate, las frutas cítricas y los alimentos conservados, porque tienen tiraminas, sustancias que le hacen mal ambiente al cerebro.

Evite: no fume. Cuando tenga el ataque aléjese de la luz, del ruido excesivo y de los olores fuertes. Todo eso empeora el asunto. Haga caso, ¿si?

Tranquilo: la angustia, la depresión, la tristeza, las rabias y querer despescuezar al jefe pueden terminar en un ataque de migraña, así que cálmese, respire profundo y cuente hasta diez...

Revise: si está tomando medicamentos para dormir o recibe tratamientos hormonales, como los anticonceptivos, hable con su médico. Muchos de éstos causan los ataques.

Por último: no se automedique y acuda a controles con el especialista. Si el dolor lo incapacita o síntomas como pérdida de la sensibilidad, de la visión o del movimiento se presentan de manera súbita, corra a urgencias.

CARLOS F. FERNÁNDEZ
ASESOR MÉDICO DE EL TIEMPO