Lo mejor de la vida comienza a
los cincuenta
Pasada
esta edad aumentan los sentimientos positivos, por lo que hombres y mujeres
tienden a estresarse menos y a ser más felices.
Él
acepta los cambios físicos que han llegado con la edad y dice que la
cincuentena es el mejor momento de su vida. Este hombre no sobreestima ni
idealiza lo que hacía cuando era joven, o "más joven", como le gusta
aclarar. Tampoco echa de menos su primera juventud, porque no ha olvidado que
fue una etapa conflictiva, apresurada, precipitada e inmadura.
Siente
que ha tenido una vida bien vivida, en la que se han acumulado experiencias y
sabiduría, y en la que el paso de los años ha aportado muchos conocimientos y
elementos valiosos.
Ella,
que ya festejó su cumpleaños número 50, siente que llegó la hora de aprovechar
la vida más placentera y relajada que le brinda una realidad que llegó con la
madurez. Sus hijos ya son independientes y abandonaron el nido paterno. Tras
muchos años de esfuerzo goza de una cierta estabilidad económica, y ahora tiene
más tiempo libre.
"Es
hora de explorar nuevas actividades artísticas, sociales, lúdicas o de
cualquier otro tipo como la lectura, y de aprender aquello que antes no tuve
tiempo o tranquilidad para desarrollar, como un pasatiempo, un oficio o una
asignatura", dice.
Ellos
dos son el vivo testimonio de lo que recién comprobó un nuevo estudio: que si
bien la vida no "comienza a los cincuenta", como reza un conocido
eslogan, a partir de ese momento una persona, en realidad, puede estar más
cerca de la felicidad y de la plenitud de lo que podría suponer.
De
acuerdo con investigadores de
Emociones
bajo control
Este
fenómeno podría deberse a que, con el paso de los años, la gente aprende a
controlar mejor sus emociones negativas, o quizá relativiza o resta importancia
a los recuerdos negativos, lo cual les ayuda a sentirse mejor.
Curiosamente,
y contra lo que cabría suponer, el efecto de la edad sobre las emociones es más
consistente que el del estado civil, la paternidad o el empleo, y
circunstancias como las de tener pareja, vivir con los hijos en la casa o estar
sin trabajo, no tienen una influencia apreciable en la evolución de las
emociones positivas y negativas a lo largo de la existencia humana.
La
franja de edad que va de los
La
mencionada investigación se hizo a partir de los datos obtenidos mediante una
encuesta telefónica de
También
se les preguntó si durante gran parte del día anterior habían dos sentimientos
positivos (placer y felicidad) y cuatro negativos (estrés, preocupación, mal
humor y tristeza).
Las
respuestas de los participantes mostraron que
Según
el mismo estudio, cuyos resultados se han publicado en la revista PNAS, el
manejo del estrés, la preocupación y el mal humor muestran una mejora
pronunciada con la edad.
EFE
REPORTAJES