De pronto, el médico empezó a “hablar incoherencias, a pedir paletas, a
insultar y a danzar con electrochoques en las manos”.
Así relató Fanny Marulanda
lo que le ocurrió el domingo pasado al cardiólogo internista Juan Carlos Wilches cuando atendía a sus pacientes. El hecho causó gran
alarma entre los usuarios de la Clínica de Hipertensión Arterial y Cuidados
Coronarios, situada en el norte de Bogotá.
Según Hermann Redondo, director de Desarrollo de
Servicios de la Secretaría Distrital de Salud, el
episodio sicótico del médico –que hoy permanece internado y sedado– fue
producto del agotamiento físico por los turnos de 24 horas en servicios de
urgencias y de un accidente de tránsito padecido hace un mes. 1-11