Periodista cuenta cómo fue su lucha contra el cáncer

Julia Navarreta, periodista del CANA CARACOL

En el mes de la lucha contra el cáncer de seno, Julia Navarrete narra su experiencia.

No hizo falta que le contaran nada, porque los ojos del oncólogo que había leído los resultados de las múltiples pruebas que le practicaron se lo dijeron todo: tenía un tumor maligno de mama.

Julia Navarrete, una de las más reconocidas periodistas judiciales del país, recuerda a la perfección todo el peso de la incredulidad que le cayó encima tras la confirmación de esa noticia. 

En su familia no hay antecedentes de este mal, así que nunca se le ocurrió que pasaría por esto o que alguna de sus vivencias la impactaría tanto o más que los grandes hechos de los que ha sido testigo en 30 años de oficio. 

Es más, su historia con esta enfermedad empezó hace poco, en una de aquellas faenas periodísticas: "Al final de una de las audiencias contra Andrés Felipe Arias, hubo un forcejeo entre colegas... Todos buscábamos una declaración del ex ministro. Y en esas alguien me dio un codazo en la espalda. A eso le atribuí un dolor que empecé a sentir, a la altura del pulmón", cuenta.

Ni por un momento relacionó la molestia con una mamografía que se había practicado en diciembre del 2010, a pedido del psiquiatra que la estaba ayudando a sobrellevar sus altos niveles de estrés. 

La radióloga, según Julia, encontró en las placas unos punticos a los que no les dio importancia, "me dijo que era una fibrosis normal y que para salir de dudas debía practicarme un nuevo examen seis meses después".

Así que el médico que la vio en julio por su dolor de espalda, incluyó la mamografía en la lista de exámenes a los que debía someterse. Fue esta prueba la que reveló la existencia del tumor, "en el mismo seno de los punticos".

"Mi reacción al diagnóstico del oncólogo fue la de toda la vida: entrevistar al médico para obtener respuestas concretas. Así supe que los resultados eran malignos, y que si quería tener una oportunidad frente a la enfermedad tenía que correr, hacerme más exámenes y tratarme ya".

Ese día Julia lloró cuanto tenía que llorar y hasta que logró aceptar, con el tremendo sentido práctico y el espíritu luchador que la acompañan siempre, que el edificio que era su vida se había derrumbado. "Entonces me dije: mañana lo reconstruyo. Tengo un hijo de 22 años, una niña de seis, y un papá y un hermano enfermos. No puedo permitir que este cáncer me gane; definitivamente no me moriría, ni aunque quisiera".

Dos cosas más ha concluido Julia de su experiencia: la primera, que este mal puede ser la forma como su cuerpo le recuerda que hay vida más allá del trabajo, y la segunda, que tiene más chance de salir airosa si pelea con la actitud de los vencedores. "Si es así -dice- tengo mi guerra ganada".

Ellas siguen consultando muy tarde

De acuerdo con la Liga Colombiana contra el Cáncer, en el país se detectan cada año 6.655 nuevos casos de cáncer de seno y se registran 2.120 muertes por esta enfermedad.

En el 64 por ciento de los casos las mujeres tardan en someterse a chequeos o en consultar cuando notan una masa extraña cerca de sus senos o en las axilas.

El cáncer de seno ocupa el tercer lugar de mortalidad entre todos los tipos de cáncer en las mujeres del país, después del cáncer de estómago y el de cuello uterino. 

Mujeres, más expuestas si...

De acuerdo con el mastólogo José Joaquín Caicedo, entre los factores que elevan el riesgo de sufrir este mal están los siguientes:

Primera menstruación a edad muy temprana y menopausia tardía.

Tener el primer hijo a edad avanzada.

No haber dado a luz y no haber amamantado.

Tener antecedentes personales de cáncer de mama o de otras enfermedades mamarias no cancerosas.

Antecedentes familiares de cáncer de mama.

Haber recibido algún tipo de radioterapia en el pecho o la mama.
Tener sobrepeso (eleva el riesgo después de la menopausia).

Uso prolongado de terapia de reemplazo hormonal (progesterona y estrógenos combinados).

Alteraciones de los genes vinculados al cáncer de mama, los genes BRCA1 o BRCA2 (en inglés).

Tomar trago con regularidad.

No hacer ejercicio.

Envejecimiento.

Los factores que reducen el riesgo

No hay una forma de protección absoluta contra el cáncer de seno, pero es claro que algunos factores ayudan:

Hacer ejercicio (media hora diaria de patinar, nadar, trotar, caminar en forma vigorosa, es lo recomendado).

No fumar y no tomar en exceso.

Incluir en la dieta diaria cinco porciones de frutas y verduras frescas. Comer poca grasa.

Disminuir el estrés.

Acudir a controles médicos periódicos y practicarse los exámenes de rigor.

SONIA PERILLA SANTAMARÍA
SUBEDITORA DE VIDA DE HOY
En Twitter: @SaludET