Debate por prohibición al licor
cerca de las universidades en Bogotá
La
Alcaldía estudia vetar su venta cerca de los centros educativos. ¿Hay que
prohibir o educar?
Alentada
por los datos que indicarían que la delincuencia se ha reducido 20 por ciento
desde la aplicación del Decreto 263 del 2011, que prohíbe la venta de licor
entre 11 p.m. y 10 a.m. en locales diferentes a los bares, la alcaldesa (e.) de
Bogotá, Clara López, revivió esta semana el debate sobre el consumo de alcohol
cerca de las instituciones educativas.
Su
propuesta es proscribir el expendio de licores cerca de los centros
pedagógicos, de 10 de la mañana a 5 de la tarde. Según ella, así se defendería
el derecho a la educación y se protegería a los jóvenes de los efectos nocivos
del consumo.
De
acuerdo con un estudio hecho en el 2009 por la Facultad de Psicología de la Javeriana, el 70 por ciento de los estudiantes de cuatro
universidades capitalinas admitieron ser consumidores habituales de bebidas
alcohólicas. Aunque los alumnos dicen hacerlo para relajarse, anota la
coordinadora de Salud y Bienestar de la Universidad Central, Ana Novoa, que uno
de cada cinco jóvenes que tomaron frente a la institución el semestre pasado
terminaron envueltos en riñas callejeras.
Medidas
'sin dientes'
Cabe
recordar que el Código de Policía establece como actividades prohibidas el
consumo de licor en la vía pública, su venta a menores de edad y el consumo de
estos en las tiendas, así como el ingreso de niños y adolescentes a
establecimientos para adultos.
Así
mismo, las universidades firmaron un pacto en el 2006 para propender por
entornos sanos. Tres años después, se prohibió el comercio de bebidas a menos
de 200 metros de las instituciones educativas, pero la norma no se aplica a los
establecimientos que existían antes del 2009.
Ante
la aparente ineficacia de estas medidas -las alcaldías menores dicen no contar
con recursos ni con policías suficientes para vigilar el cumplimiento de la
norma-, muchos se preguntan si la respuesta es la represión.
"Si
empezamos a buscar culpables entre los padres o la Policía, seguiremos en lo
mismo. Asumamos todos la responsabilidad: Colombia es
el primer país en consumo temprano de alcohol. Es un problema cultural",
opina Carolina Piñeros, de Red Papaz.
El
profesor de Ciencia Política de la Javeriana Fernando
Rojas, que basa su cátedra en la toma de decisiones responsables, cree que
penalizar el consumo de alcohol en ámbitos educativos no parece ser la
solución: "Estamos haciendo que se vayan más lejos para consumir y podemos
empujarlos a la droga, que es menos evidente".
Según
él, la clave está en construir proyectos de vida más sólidos y en un mejor
empleo del tiempo libre. "Los jóvenes están satanizados, los persiguen,
todo es restrictivo y cada día tienen controles más fuertes -comenta-. En lugar
de prohibir sin herramientas para controlar, mejor sería que los
establecimientos que venden trago siguieran las reglas".
Varios
rectores, en cambio, consideran necesaria la medida que propone la Alcaldesa.
La
posición que defienden es que de nada sirve su esfuerzo por formar
integralmente a un estudiante dentro del claustro, cuando a la puerta de las
universidades y colegios se expende licor y se violan las normas. "Los
tenderos se las arreglan para venderles trago en pocillos de tinto a los
jóvenes", asegura Bernardo Rivera, director de la Asociación Colombiana de
Universidades (Ascún).
Para
el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, "este
no es un problema del comercio, sino de tomar conciencia: un alumno debe estar
estudiando, no tomando".
Aun
cuando el dirigente gremial está de acuerdo con que venderles trago a los
menores de edad sea ilegal, cree que no hay que extralimitarse con la
prohibición del expendio legal, que podría arruinar a los comerciantes.
"La ley es para respetarla, pero cuando se inventan leyes absurdas se
acaban violando".
Opiniones
Bernardo
Rivera Sánchez
Director de la asociación Ascún
"Las
universidades queremos formar a los estudiantes en un entorno sano y estamos
viendo que lo que hacemos dentro del claustro lo perdemos en la puerta por la
oferta de alcohol, drogas, prostitución y juegos".
Carolina
Piñeros
Directora de Red Papaz
"La
prohibición no es la solución. Hay que hacer que las leyes que ya existen se
cumplan: es ilegal el consumo de licor en la vía pública, la venta a menores de
edad, su ingreso a locales adultos y su consumo dentro de tiendas".
Guillermo
Botero
Presidente de Fenalco
"Es un tema educativo, no uno que ataña al expendio. Si pone la medida a
200 metros, es posible que a 220 se establezca un negocio que dispense licor.
Habría que cerrar prácticamente toda la ciudad".
Fernando
Rojas
Profesor de la Universidad Javeriana
"Es
una medida importante, pero estamos tratando de resolver el problema con paños
de agua tibia. No se trata de dónde están ubicados los bares, sino de una falta
de política que asuma el consumo de licor de los jóvenes".
Mauricio
Armando Rico
Gerente de Corposéptima
"Ver
a los jóvenes tomando a las 11 de la mañana es lamentable. La ciudad no está
hecha para eso y las universidades, menos. Si no somos capaces de
autorregularnos, debemos controlarlo".
Tiendas
Cuerpo élite hará controles
A
propósito de la aplicación del Decreto 263, que prohíbe la venta de licor de 11
p.m. a 10 a.m. en ciertos locales -por lo cual 2.500 tiendas pidieron cambiar
su razón social para convertirse en bares-, en el consejo de seguridad
celebrado esta semana en la Secretaría de Gobierno de Bogotá se determinó crear
un cuerpo élite con los instrumentos necesarios para
tomar medidas preventivas y correctivas. Ya se están estudiando los planos de
la ciudad, cuadrante por cuadrante, para establecer quiénes están violando la
norma.
DOMINIQUE
RODRÍGUEZ DALVARD
REDACCIÓN DOMINGO