LA NACIÓN (ARGENTINA) Los dolores y contracturas identificados clínicamente
con patologías como la lumbalgia, las cervicalgias (o
dolores de cuello) y las tendinitis de codo o de
muñeca están, según estadísticas de distintos países, en franco aumento, sobre
todo entre quienes usan computadores todos los días.
En Dinamarca, de hecho, ya se reconoce a las dolencias en tendones y
articulaciones causadas por el uso del mouse en horas
de trabajo como enfermedades laborales, lo que les da a los
afectados derecho a indemnización por parte de los empleadores. Esta
medida ya es objeto de estudio en otros países de Europa.
Estas acciones, valga decirlo, deben ir acompañadas de una guía de
recomendaciones para que la gente aprenda a evitar estas complicaciones.
“La más importante, la básica, consiste en adoptar una buena postura de
trabajo”, explica Marcos Galli Serra, traumatólogo
del Hospital Universitario Austral. Esto quiere decir: sentarse correctamente,
con la espalda completamente apoyada en una silla de respaldo recto y
preferiblemente alto, que cuente con un buen apoyacabezas.
Si es posible, un soporte bajo los pies.
Además, es preferible contar con cualquier elemento o herramienta que ayude
a mejorar la posición de trabajo, como un mouse o
teclado ergonómico. Esto contribuye a evitar el sobreuso
y la recarga de determinadas estructuras músculo tendinosas.
También es importante hacer pausas, levantarse y caminar a cada rato o hacer
movimientos con las piernas mientras se está sentado.
En el mismo sentido, Arnoldo Albero, secretario general de la Asociación
Argentina de Cirugía de Hombro y Codo, plantea que parar a cada rato y poder
disfrutar 10 ó 15 minutos de actividades placenteras, como levantarse y caminar
o ir a dar una vuelta, suele resultar muy positivo.
De lo contrario las articulaciones y los huesos se ‘oxidan’, y el problema
se advierte habitualmente cuando el daño ya está hecho.
“Lo más complicado es cuando se trata no ya de una tendinitis
sino de tendinosis, es decir cuando se produce una
degeneración de los tejidos, que pierden irrigación y flexibilidad, provocada
por un severo estado de tensión y estrés”, afirma Albero.
Pero los largos períodos frente al computador no sólo pueden traer problemas
articulares, “las lesiones en el cuello y en la columna favorecen, a su vez, la
aparición de dolores de cabeza recurrentes y mareos”, explica Galli Serra.
Aunque hoy muchos computadores y muebles de oficina vienen con diseños
ergonómicos, que ayudan a evitar el desarrollo de estas lesiones, la clave está
en que la gente aprenda a prevenirlas.
Además de las posturas correctas y de las pausas saludables, hay que hacer
actividad física regular y estiramientos para fortalecer los músculos.
También es necesario aprender a relajarse y, por qué no, a desprenderse un
poco del computador.
De acuerdo con Fasecolda, las enfermedades osteomusculares representan cerca del 83 por ciento de
todos los males laborales del país, seguidas por la pérdida de la audición por
ruido (5,5 por ciento) y las relacionadas con el aparato respiratorio, como el
asma ocupacional y la laringitis (3 por ciento).
Entre las osteomusculares se destaca el síndrome
del túnel del carpo: “Es –asegura Fasecolda– la
patología osteomuscular que más sufre la fuerza
trabajadora del país, pues equivale a más de la mitad de este tipo de males.
Le siguen las enfermedades de columna (20 por ciento), las alteraciones del
hombro y las lesiones de codos. Hoy la tasa de enfermedad profesional es de 128
por cada 100 mil trabajadores; en el 2000 era de 25 por cada 100 mil trabajadores .
Túnel del carpo, un mal común