Fondos privados
dicen que proyecto es asistencialista y piden que no se traslade parte de sus
recursos al régimen de prima media. Expertos señalan que se debe reforzar
esquema de ahorro individual.
El proyecto de Reforma Pensional –que alista el Gobierno para ser
presentado al Congreso de la República— fue blanco este jueves de nuevas
críticas por parte de los fondos privados, tras considerar que la iniciativa,
tal como está planteada, tendrá impacto fiscal y un claro corte
asistencialista.
Según el presidente del Consejo Directivo de Asofondos,
Alcides Vargas, “las administradoras
compartimos las mejoras para la protección de la vejez y la equidad en la
distribución de subsidios, pero debemos estar alertas de no estar introduciendo
elementos de ineficiencia y desequilibrio contrarios a la necesidad de
fortalecer el sistema pensional”.
El dirigente se refirió así, a lo propuesto por la
iniciativa que lidera el ministro del Trabajo, Rafael Pardo, de entregar una
serie de ayudas estatales a los colombianos que actualmente no tienen
posibilidad de jubilarse, todo con cargo al Presupuesto Nacional, lo cual no
resolvería la crisis que enfrenta el actual régimen de jubilaciones.
Tampoco los fondos comparten la idea de transferir
parte de los ahorros de sus 10 millones de afiliados –que son alrededor de $130
millones—al esquema público que Colpensiones para
fortalecer el régimen de prima media que administra Colpensiones.
De acuerdo con cálculos de las administradoras
privadas, si el proyecto aprueba esas transferencias, Colpensiones
recibiría alrededor de $40 billones de esos ahorros de los trabajadores.
“Bajo los términos ahora conocidos, la reforma podría ser vista como una
cuasi estatización de los fondos de pensiones, muy en línea con la realizada
por otro gobierno latinoamericano”. Ese gobierno es Venezuela.
De esta manera, esas entidades no podrían seguir
invirtiendo su portafolio en acciones de las empresas
–para elevar la rentabilidad de los dineros que manejan en favor de sus
afiliados— como tampoco los $25 billones que están disponibles para destinar a
grandes obras de infraestructura, anotó.
En concepto de Vargas, el régimen de prima media
debe ser fortalecido, pero con recursos oficiales, precisamente para que más
colombianos puedan jubilarse bajo ese esquema, que sólo jubilaría al 13% de sus
afiliados, mientras si lo podría hacer el 30% en el sistema de ahorro
individual con solidaridad, Rais, que administran los
fondos privados.
Debido a que estos y otros aspectos, como el caso
de subir o no las edades, no son muy claros, el directivo –al instalar el VI
Congreso de Asofondos y de la Federación
Internacional de Administradoras de Pensiones, Fiap,
--sugirió tácitamente la posibilidad de aplazar la presentación de la reforma--
aunque aclaró que esa es una decisión que deberá tomar el Gobierno.
“Es importante un diálogo sin prisa entre sindicatos, empleadores,
estudiantes y hasta con desempleados para sacar adelante una reforma que
facilite una mayor cobertura, equidad y sostenibilidad en materia pensional”, recalcó.
En este punto, el presidente ejecutivo de Asofondos, Santiago Montenegro, manifestó que “no estamos
en contra del sistema público de pensiones, pero se requiere de estudios
técnicos –que no los conocemos-- para que el Gobierno presente los cambios al
Congreso”.
Y de paso anotó que “el proyecto amerita estudiarlo
más con todos los sectores de la sociedad para que tenga la mayor fuerza a la
hora de debatirlo”.
Sebastián Edwards, profesor de economía de la
Universidad de California, considerado una de las autoridades más reconocidas
en materia laboral en América Latina, tampoco comparte lo relativo a la
permanencia del régimen de prima media en el sistema pensional colombiano.
“Si se mantiene un pilar estatal (régimen de prima media) éste debe
operar como un pilar solidario para que sirva de suplemento a quienes no han
podido ahorrar en sus cuentas individuales lo suficiente para lograr una
pensión. De lo contrario, sería ineficiente”, enfatizó.
Sin embargo, admite que una reforma pensional si es
necesaria no solo en Colombia sino en América Latina, dado que la cobertura es
baja, y solo terminaría jubilándose el 20 % de los trabajadores activos.
En concepto de Edwards “lo planteado en
la reforma colombiana de mantener confinado el régimen de prima media en
beneficio de los trabajadores de salario mínimo y además un sistema de aportes
con trabajadores de mayores ingresos (en los fondos privados) va a producir una
aglomeración de contribuyentes en dos extremos y una gran polarización”.
Lo ideal, anotó, es que cada trabajador contribuya
con su ahorro a la formación de su pensión y sólo en ciertas circunstancias se
aplique el régimen de prima media.
Entretanto, Alberto Bernal, analista de la firma Bulltick
Capital Markets recalcó que “no se podrá avanzar en una modernización pensional
mientras persista el régimen de prima media. “Lo que debe hacerse en Colombia
es marchitar ese régimen y fortalecer el de ahorro individual”, agregó.
Finalmente, Guillermo Arthur, presidente de la
Federación Internacional de Administradoras de Pensiones, aconsejó al gobierno
colombiano crear una comisión asesora u organismo que estudie con mayor
profundidad los cambios a ejecutarse, tal como hizo su país natal Chile.
De esta manera, añadió, se podría alcanzar un
sistema pensional más equitativo, solidario y ante todo que permita ampliar la
cobertura hacia las personas de menores ingresos de la población.