Jóvenes de cinco universidades
lideran una 'ola verde' en el país; formaron grupo Acción Climática
La
mayoría de los integrantes del grupo estudian relaciones internacionales,
ciencias políticas o derecho.
Está
dedicado a hacer conciencia sobre las implicaciones del calentamiento global.
Llevaron el tema de las aulas a la calle.
El
fin de semana pasado, en algunos buses de TransMilenio,
en Bogotá, se escuchó a varios estudiantes universitarios haciéndose preguntas
sobre el cambio climático, pero de un puesto a otro y en un tono parecido a un
'grito herido'.
Lejos
de haber enloquecido, sólo quisieron hacer un ejercicio público para que algún
anciano, un niño, o aquella señora que iba mirando lejos por la ventana,
comenzaran a pensar, así fuera por un segundo, en las consecuencias de este
fenómeno climático que está acabando con el hogar de todos los seres humanos.
No
faltó el pasajero que superó la pena y se metió a la fuerza en esa discusión
armada a punta de frases distantes para conocer las implicaciones de un planeta
recalentado. Esa era la idea.
De
alguna forma, estos jóvenes lograron otro de sus cometidos: llamar la atención
sobre los daños ambientales que está trayendo esta transformación climática.
Ellos
no forman un grupo aislado de adolescentes. Son Acción Climática Colombia, una
organización integrada por un poco más de 50 estudiantes de algunas
universidades como el Externado, los Andes, la Distrital
y el Norte, de Barranquilla, empeñados en que la crisis ambiental deje de ser
un tema para tratar exclusivamente entre tableros y pupitres, y comience a
salir a las calles.
Como
ocurrió hace un par de meses en la Plaza de Bolívar, cuando pusieron sobre el
suelo una cartelera de un kilómetro de largo para que cualquier transeúnte
escribiera lo que opinaba sobre el calentamiento global.
Gomosos
por lo sostenible
Son
unos apasionados del tema. Todos los viernes se reúnen a hablar del asunto en
un lugar que es previamente acordado a través de Facebook
o Google.
Puede
ser la biblioteca Luis Ángel Arango, la sede de un partido político o la casa
de alguno de ellos.
Y
tienen como regla interna, al estilo de un manual de convivencia, aplicar
algunas prácticas sostenibles que le dan coherencia a su discurso: transportarse
en bicicleta ("en lo posible"), reciclar, reutilizar las bolsas
plásticas, ahorrar agua y apagar cuanta luz vean prendida innecesariamente en
sus casas.
Algunos,
como el francés André William, va al mercado con un
morral que hace las veces de canasto y que los guardias le han obligado a abrir
muchas veces pensando que se está robando la mercancía.
El
grupo nació hace cuatro meses en la Universidad del Rosario, luego de un evento
que simuló un modelo de trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
con miras a la conferencia mundial sobre el cambio climático (COP-15), que se
va a realizar entre el 7 y el 18 de diciembre en Copenhague (Dinamarca).
Desde
ese momento, se han empeñado en seguir creciendo, trabajando en comunicación,
capacitando personas y a sus propios amigos y buscando financiación de
organizaciones extranjeras.
"Hemos
logrado que los consejos estudiantiles de universidades privadas y públicas
elaboren políticas que lleven al cuidado del ambiente", contó Linda
García, una de sus integrantes.
También
han recibido invitaciones de emisoras para que den charlas y cuenten sus
experiencias.
Y
se han encargado de llenar un vacío: en Colombia no existía una 'disidencia'
juvenil, independiente, capaz de contradecir al gobierno de turno frente a las
decisiones que se tomen para enfrentar los principales problemas ambientales
que nos tocan.
Algo
que ocurre normalmente en países de Europa, donde los estudiantes son los que
mueven al resto de la gente a la hora de exigir políticas públicas a favor de
los ecosistemas.
Ahora
quieren asistir a Copenhague. Frente a esto, pasan por un periodo de
resignación porque, en el mejor de los casos, podrán enviar un par de
representantes.
Pero
saben que el trabajo no parará cuando la cumbre termine. Quieren formar una red
de organizaciones latinoamericanas con las que se pueda intercambiar
información.
"En
el momento ya tenemos contacto con jóvenes de movimientos ambientalistas de
México, Argentina, Brasil y Chile", aseguran.
JAVIER
SILVA HERRERA
REDACCIÓN VIDA DE HOY