Jóvenes, factor de riesgo para el tránsito

Por Carolina García, reportera de El País

Al año, protagonizan unos 4.000 choques en motos y carros. En 2009 ya van ocho muchachos muertos.
Accidentalidad. La mayoría de los choques de los jóvenes se producen por las altas velocidades y porque no respetan las señales. Archivo / El País

El regalo de graduación del colegio se convirtió en un problema para la familia Guzmán, y tristemente terminó en tragedia.

Javier, el segundo de los tres hermanos, recibió un carro cero kilómetros, según sus padres, para que pudiera movilizarse fácilmente hasta la universidad, para que saliera con sus amigos, sacara pasear a su novia, se ahorrara las molestias del bus...

Pero ahora sus padres admiten que poco o nada de eso se cumplió, pues “prácticamente lo que le regalamos fue un pase para la muerte”. Javier murió hace un año, en un accidente en el que chocó contra otro carro: algunos tragos le hicieron olvidar que el semáforo estaba en rojo. Y aunque parezca una historia similar a los miles de heridos y muertos que dejan los 21.000 accidentes de tránsito que cada año suceden en Cali, este tiene algo mucho más preocupante: Javier era un joven de 17 años. Y no es el único.

Según reportes de la Secretaría de Tránsito, en el 2007 se registraron 4.816 accidentes de tránsito en los que estuvieron involucrados jóvenes entre los 14 y 25 años. En el 2008, la cifra fue similar: 4.600 choques, aunque puede subir porque aún no se terminan de consolidar estos datos. Aún así, esto quiere decir que, cada mes, un promedio de 400 jóvenes protagonizan o son víctimas de un choque en las vías.

Pero hay un dato más aterrador: los hombres jóvenes representan el 94% de los muertos en accidentes viales.

James Gómez, director del Fondo de Prevención Vial, recuerda que los muchachos, a partir de los 16 años, pueden obtener una licencia de conducción. Incluso, desde los 14 años pueden acceder a un permiso con el consentimiento de su padres. “Y a pesar de que eso es un mandato de la Nación, muchos de los jóvenes no tienen la madurez para portar una licencia. Y aquí influyen los padres de familia, pues cada que los hijos cumplen 15 o se gradúan del colegio les dan carro o moto, y para colmo de males no los obligan a tomar cursos en las escuelas de conducción”, explica Gómez.

Pero lo que más le preocupa a Gómez es que existe un gran número de jóvenes que arriesga su vida por el licor y la velocidad. Y eso lo ha comprobado en los trabajos de campo que hace el Fondo de Prevención con esta población. “Hemos encontrado cosas muy complejas como que al preguntarle a un muchacho si se montaría a un carro sabiendo que el conductor ha tomado licor, responde que sí, que si manejaba bien en estado normal no va a tener problemas con tragos encima”, cuenta Gómez.

Sin embargo, hay otro aspecto que revelan las estadísticas: el año pasado, el 44% de los accidentados en motocicletas fueron personas entre 14 y 25 años.

43% de los conductores en general no portaron su licencia de conducción en el 2008.

·  48% de las muertes en accidentes de tránsito ocurren los fines de semana

 

Alexánder López, jefe de los Guardas de Tránsito, insiste en que debido a la facilidad con que la gente puede adquirir una moto, las cifras de accidentalidad en estos vehículos cada vez se disparan más.

“El 70% de los muertos son motociclistas y peatones. Y yo diría que de los 38.538 comparendos elaborados hasta ahora, el 40% lo generan las motos”.

En lo que va corrido del año, según Tránsito, van 43 muertos en choques viales. En el mes de enero hubo 12 víctimas, siete de los cuales fueron conductores de motocicletas y cuatro de ellos jóvenes entre los 18 y 25 años. El febrero fue igual: 12 víctimas, seis motociclistas y entre ellos un joven de 21 años.

En marzo hubo un caso más, es decir 14 muertos, tres de ellos motociclistas y dos jóvenes entre 18 y 24 años.

En lo que va corrido de abril se han presentado seis homicidios viales, cuatro de ellos motociclistas, y uno es un muchacho de 22 años. Así que, en 2009, ocho jóvenes han perdido la vida.

“Por eso insisto en que es necesario un Pico y Placa para las motos. Y también se requiere con urgencia la construcción y el reordenamiento vial para que las motos tengan carriles exclusivos”, dice López.

Control y educación.

Dolly García, del departamento de Educación de la Secretaría de Tránsito, reconoce la problemática y dice que en la actualidad la dependencia está trabajando con 25 colegios, privados y oficiales, haciendo servicio social en tránsito. Los muchachos deben cumplir con una capacitación de 80 horas, en las que aprenden las normas de tránsito, a la vez que deben divulgarlas entre sus compañeros. “Todos los colegios que quieran vincularse pueden hacerlo”, dijo.

En este momento también se está planteando un proyecto con las universidades, que busca reducir el consumo de alcohol en los bares que están alrededor de las instituciones educativas.

“Muy cerca de las universidades hay expendios de licor y eso incita a los muchachos a consumir. Allí empieza la cadena, porque muchos tienen carro”, dijo García, a la vez que recordó que el Código de Policía prohibe el expendio de bebidas embriagantes cerca de las instituciones educativas.

Por eso, la funcionaria de la dependencia de Tránsito hizo un llamado a las autoridades para que hagan más control en estos sitios.

Los famosos ‘piques’

La Secretaría de Tránsito ha recibido las denuncias de muchachos que hacen ‘piques’ en carros y motos. Los sitios identificados son las vías de Cali hacia Alfaguara (Jamundí), Yumbo y Sameco.

El año pasado un agente de Policía murió cuando se hacían controles en estos sitios.

Los habitantes del oeste denunciaron que, en las noches, grupos de jóvenes

en cuatrimotos hacen carreras y se movilizan a altas velocidades en las vías de este sector, la mayoría empinadas, exponiendo sus vidas.