Los diez males que tienen en
jaque al sistema colombiano de salud
Los
hospitales se quejan de que no se estimula la prestación de servicios con
calidad para los pacientes, porque algunos son considerados caros. Hoy se
contrata al que ofrece precios más bajos.
Expertos
aseguran que el sector atraviesa por su crisis más profunda en 15 años.
Hace
un mes el presidente Álvaro Uribe anunció, en la cumbre de gobernadores, que
declararía el estado de emergencia social para conseguir los cerca de 600 mil
millones de pesos que les faltan a los departamentos para cubrir los servicios
no POS que han reclamado sus pobladores.
Esta plantearía, en esencia, una reforma a los tributos departamentales,
fundamentalmente provenientes de impuestos a licores y tabaco.
Para el economista Carlos Caballero Argáez la medida
puso de nuevo en evidencia la crisis profunda por la que atraviesa el sector,
"el sistema no es financieramente viable. Los recursos son insuficientes
para cubrir los servicios que, por obligación, deben ofrecerse. Además, son
evidentes los problemas de legislación y de diseño de los planes de beneficios",
dijo Caballero durante el foro 'Así va la salud en Colombia', llevado a cabo el
viernes pasado por el grupo de seguimiento al sector Así Vamos en Salud.
Juan Manuel Díazgranados, presidente de la Asociación
Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), reconoce que "esta es
la crisis más profunda en 15 años; es hora de tomar medidas valientes que vayan
más allá de lo coyuntural y aborden problemas estructurales cuya solución se ha
dilatado desde hace tiempo, como la definición de los POS".
Rodrigo Córdoba, presidente electo de Sociedades Científicas, asegura que los
problemas del sector no sólo se resuelven con la declaratoria de una emergencia
social, "la atención de los enfermos no puede seguir mediada por una falta
de claridad tal, que hoy son los jueces quienes determinan qué necesitan para
recuperarse", dice.
"Es necesario -insiste- que el Estado recupere la rectoría de un sistema
que parece habérsele salido de las manos".
Para Elisa Torrenegra, directora ejecutiva de Gestarsalud -que reúne a las EPS del subsidiado sin ánimo
de lucro-, "estamos en un punto crítico irreversible, que exige la toma de
decisiones estructurales frente a problemas como el flujo de recursos".
"Al sistema de salud hay que evaluarlo en términos de salud, para mirar si
en estos 15 años ha tenido un impacto real en el bienestar de la gente. Si no
es así, hay que modificar el modelo", señala Juan Carlos Giraldo, director
de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas.
Este
es, según expertos, el decálogo de la crisis del sector
EPS
del contributivo, al borde del colapso
El
sistema de salud tiene con las EPS del régimen contributivo, según sus
balances, deudas acumuladas por 900 mil millones de pesos, pero éste no les
reconoce 500 mil millones, lo cual, según las EPS, compromete su patrimonio.
Nueve de ellas dicen estar a punto de declararse inviables financieramente.
Cada
vez más pobres y desempleados que cobijar
Por
cuenta de la pobreza y el desempleo el número de afiliados al régimen
subsidiado (reservado para los que no tienen capacidad de pago) crece. Al tener
más usuarios y recursos limitados para atenderlos, estas EPS se llenaron de
deudas, sobre todo de los entes territoriales. Su déficit sobrepasa los 200 mil
millones de pesos.
IPS
públicas y privadas trabajan al debe
Los
hospitales públicos y privados dicen que los entes territoriales y las EPS les
deben cerca de 3 billones de pesos, que los mantiene al borde del colapso y les
causa serios problemas para adquirir insumos, pagar salarios y costear gastos
de funcionamiento, factores que impactan la calidad de los servicios que
prestan.
Los departamentos, ahogados por no POS
Las
cuentas de los departamentos empezaron a afectarse desde que se ordenó,
mediante la ley 715 del 2001, que asumieran el pago de los servicios no POS que
reclaman los afiliados al sistema. Eso les generó un déficit que podría llegar
a los 600 mil millones de pesos. Este es el principal motivo de la declaratoria
de emergencia social.
Persiste
el caos en las bases de datos
El
país tiene tres bases de datos, que no coinciden: la del Sisbén, la de Registraduría y la del sistema de salud. Debido a eso no se
sabe cuántos y cuáles colombianos están afiliados, cuáles han fallecido y
cuántos quedan por afiliar. Eso no sólo impide hacer planeación sino costear
adecuadamente los recursos para la salud.
Un
modelo que no previene sino que cura
La
promoción de la salud y la prevención de la enfermedad fueron desplazadas por
un modelo curativo. Esto hace que la salud de la gente empeore y consulte más
(como indican los estudios), lo que hace que el sistema gaste más. De continuar
esa tendencia, no habrá recursos suficientes para atender a todos los enfermos.
Zonas
grises estimulan las acciones de tutela
El
año pasado los colombianos interpusieron 142.957 acciones de tutela (un
incremento del 33,7 por ciento, con respecto al 2007), exigiendo la prestación
de servicios salud. La falta de claridad y de límites en los contenidos del
POS, así como su desactualización, hacen que cada
ciudadano sienta que tiene derecho a todo.
Justicia
no especializada en el tema de salud
Los
jueces se convirtieron en parte del sistema de salud, tanto en lo micro
(tutelas individuales) como en lo macro (sentencias de la Corte). Por falta de
una justicia especializada en el tema, muchos de esos fallos no son coherentes,
crean la falsa idea de que hay acceso ilimitado y empeoran las finanzas del
sector.
No
se privilegia la calidad sino el bajo precio
Se
cree que los hospitales con mayores niveles de calidad son caros, por lo que se
contratan menos. Hoy muchos pacientes son tratados en entidades que ofrecen
bajo precio, pero que son de dudosa calidad. Eso incrementa los costos, porque
los enfermos se cronifican y se complican, lo que exige volver a tratarlos.
Médicos y pacientes, al margen del sistema
Aunque
la Ley 100 les dio un papel protagónico a los usuarios, incluso para la toma de
decisiones, su papel está restringido al de consumidores de servicios. Médicos
y profesionales de la salud, por su parte, tienen un rol marginal en la construcción
de modelos de atención, en aportes tecnológicos y en la humanización de la
asistencia.
De
dónde saldría la plata para la salud
Con
la primera reunión a la que asistirán hoy los gobernadores para tratar el
asunto de la Emergencia Social que anunció el presidente Uribe el 19 de
noviembre y que sería decretada el próximo 22 de diciembre, se empezaría a
definir exactamente de dónde saldrá la plata para la salud.
Los mandatarios seccionales asistirán a ella con la misma propuesta que tienen
desde noviembre y que de alguna forma condensa varios de los puntos que tenían
en la reforma tributaria territorial que se hundió el semestre pasado en el
Congreso, sin que ni siquiera se le hubieran nombrado ponentes. La propuesta de
los gobernadores gira en torno a cambios en los impuestos al consumo de los
licores, cigarrillos y cerveza, vía por la que aspiran a recaudar un billón de
pesos.
Por el lado de la cerveza, la idea es incluir en la base gravable del impuesto
el envase que hoy no está contemplado. Esto les permitiría obtener recursos del
orden de los 550.000 millones de pesos.
Y mientras que algunos tributaristas son partidarios
de esa alternativa, otros dicen que la cerveza tiene una alta carga tributaria,
que los envases son retornables, lo cual está por
Ley.
Admiten que cualquier carga adicional se reflejaría en el precio final.
El otro cambio que propondrán es en los impuestos a los cigarrillos. Para el
cobro del estos hoy se aplica el precio vigente en las grandes superficies, que
es más bajo que el de la calle, los bares y las tiendas. Por eso plantearán que
se cobre el gravamen con el precio más alto (el de calles y tiendas).
Y en materia de licores, la idea que tienen los mandatarios es que se mida para
todos con base en los grados alcoholimétricos y que
solo queden dos rangos, de los cuatro que existen actualmente, sin que se
diferencie si se trata de vino y aperitivo o aguardiente y ron.
Habrá que esperar si el Gobierno acepta las propuestas o qué cambios planteará.
CARLOS
F. FERNÁNDEZ
SONIA PERILLA S.
REDACCIÓN SALUD