Invidente de Medellín creó
revista con historias de discapacitados
Luís
busca apoyo para llevar su revista a colegios y universidades.
La
publicación, idea de Luís Fernando Arias, se llama Revista Discapacidad y lleva
dos ediciones.
"Un
ciego le dice a un amigo: préstame 20 mil pesos, que cuando te vuelva a ver, te
los pago". Ese es uno de los chistes que aparecen en la parte central de
la revista que se ideó Luis Fernando Arias, un
invidente de Medellín que está convencido de que burlarse de sí mismo lo ayudó
a aceptar sus limitaciones y a seguir viviendo tras quedar ciego, cuando apenas
tenía 20 años.
En
la mesa de su casa, en el norte de la ciudad, Luís Fernando agarra la
publicación que se inventó. Se llama Revista Discapacidad, "por eso,
porque es "re" y "vista", para ver de nuevo la
discapacidad", explica y sonríe.
La
revista sólo ha salido dos veces en dos años. La vende a 1.000 pesos en colegios
de Medellín y ha impreso, con dinero de su bolsillo, unos 8.000 ejemplares
desde que se le ocurrió la idea.
Su
esposa escribe los artículos y los chistes, con un computador que tiene un
programa especial que lee los textos, para que Luís Fernando pueda escuchar lo
que saldrá, y pulir detalles.
"Yo
siempre tuve la idea de que podía hacer esto, porque a nosotros los invidentes
nos pasan tantas anécdotas y nos dicen tantos chistes por la calle, que tenía
que contarlos, y me puse a grabar todos esos chistes y anécdotas.
Y
luego dije: "Pero es que no puedo hacer una revista sólo de chistes;
también es bueno que la gente aprenda", comenta.
La
revista tiene reseñas (sacadas de Internet) de reconocidas figuras con
limitaciones físicas como José Feliciano. También hay consejos para dirigirse a
una persona en condición de discapacidad; un abecedario del lenguaje de señas y
páginas con chistes sobre ciegos, tartamudos e inválidos.
"La
gente dice que hay unos chistes muy crueles y que una persona discapacitada que
lea eso se pega un tiro. Pero yo creo que es todo lo contrario. Yo pienso que
la gente también va entendiendo y aceptando cuando se ríe de estas cosas, que
hay una discapacidad, que la tienen, y que no es tan mala como parece",
explica Luís.
ALBERTO
MARIO SUÁREZ D
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
MEDELLÍN