Con informalidad empresarial no se puede alcanzar la prosperidad: Julián Domínguez

Julián Domínguez asumirá a principios de noviembre la presidencia de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio y desde ya se fijó un reto: vincular a la economía legal a miles de empresas que hoy operan con sus empleos bajo la informalidad.

Esa fue una de las principales tareas que lideró durante los once años que estuvo al frente de la presidencia de la Cámara de Comercio de Cali.
Precisamente la informalidad empresarial será el eje de la Asamblea de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio, Aico, cuyos delegados de 22 países miembros deliberarán hoy y mañana en la ciudad.

¿Cuál va a ser su desafío o apuesta en Confecámaras?

Creo que mi mayor logro fue la construcción del Centro de Eventos Valle del Pacífico. Era un viejo anhelo regional el contar con un centro de eventos de esa categoría.Julián Domínguez, presidente saliente de la Cámara de Comercio de Cali.Tengo en mente tres temas que constituyen el eje de lo que será mi trabajo en la presidencia de Confecámaras. El primero de ellos es contribuir al proceso de formalización empresarial y del empleo en Colombia, que es una de las estrategias del presidente Santos. Allí será fundamental el trabajo de las 57 cámaras de comercio de todo el país, proceso en el cual la Cámara de Comercio de Cali ha sido líder. Hasta el momento 31 cámaras se han vinculado a este programa.

En segundo lugar, quiero llevar la voz de las regiones a las altas esferas del Gobierno. Colombia necesita escuchar a sus regiones, pues la competitividad y el empleo se da en las regiones, a través de sus empresas e inversionistas. Es importante la voz de regiones que parecen borradas del mapa nacional. Ese papel voy cumplirlo, como un hombre de región que soy.

Y, finalmente, proyecto llevar adelante lo que hemos denominado las nuevas fronteras, que son el Pacífico, el Caribe y la Orinoquia, donde hay unas grandes potencialidades. Eso es clave porque gran parte de las futuras regalías se van a destinar a la creación del Fondo de Compensación Regional para atender a los territorios más atrasados.

La economía ha vuelto a crecer. ¿Qué explica esos elevados niveles de informalidad laboral y empresarial?

Para que una empresa sea competitiva tiene que ser legal o formal. El país registra un alto nivel de informalidad y así no es posible prosperar económicamente. Por eso nos hemos empeñado en trabajar por la formalización empresarial, especialmente llevando a ese proceso a las micro y pequeñas empresas, que generan el 63% del empleo en Colombia.

Los principales obstáculos que se mencionan para no formalizarse están más en los prejuicios que en la realidad. Cuando se sensibilizan los empresarios, el 42% acepta la invitación de legalizarse y de ese 42% el 80% usa las herramientas que les damos dentro del Programa de Rutas para la Formalización Empresarial. Además, responde el 60% de ellos, al señalar que han aumentado sus ingresos o ventas y disminuido sus costos. Eso es una evidencia de que la formalidad premia y es importante para un país.

¿Entonces, por qué ese empresariado informal abriga tantos temores para legalizarse?

Hay muchos temores de estar identificados o de aparecer en la economía formal. Son temores de carácter tributario o contable. Ignoran, por ejemplo, que hay formas simplificadas de llevar la contabilidad, aceptadas por el Estado, lo mismo que de declarar impuestos. No necesariamente presentar una declaración de renta es para pagar impuestos en muchos casos. Hay un régimen especial conforme al número de operarios que posee una empresa para el pago de los parafiscales, entre otras ventajas.

Existe una inmensa ignorancia de los beneficios de la formalidad, ignorancia que hemos venido combatiendo a través de brindar buena información. E impulsando también que los mismos microempresarios formalizados les cuenten a los demás que les va bien.

¿A pesar de esos temores, cuántas empresas han logrado salir de la informalidad económica y productiva?

Van ocho mil empresas en Colombia. Es el resultado del programa de formalización en el último año, incluyendo a tres mil en Cali. La coordinación nacional del programa la ha tenido la Cámara de Comercio de Cali.

¿Cuántas empresas cree que podrían formalizarse en los próximos años, gracias a ese programa que impulsará desde Confecámaras?

Estos programas tienen la ventaja de que son modulares. Es necesario masificarlos y esas ocho mil empresas que han entrado a la legalidad en un año son un ejemplo. Y si queremos generar los 2,5 millones de empleos y formalizar otros 500.000, hay que transformar cada empresa en una unidad legal de negocios.

Cada empresa podría aportar diez empleos en promedio, lo cual significa que de las informales tendríamos que multiplicar infinitamente el número de empresas legales en el país. Ese es el reto que tenemos desde Confecámaras, ya que entre el 50% y el 60% de la actividad empresarial en Colombia se realiza a través de unidades informales. En Cali son del orden de 25.000 empresas.

¿Cuál cree que fue su mayor logro en la Cámara de Comercio de Cali?

El mayor logro fue la construcción del Centro de Eventos Valle del Pacífico. Era un viejo anhelo regional contar con un centro de esa categoría, el cual comenzó a gestarse desde la época de Rodrigo Escobar Navia. Nosotros lo hicimos realidad. Por eso contamos hoy con el centro de eventos más moderno de América Latina. Se construyó en un año y por cada peso que aportó la Cámara se vincularon cerca de 600 aportantes entre entidades y personas. Tenemos un lugar de encuentro para aprender y reunirnos y que sea un sitio de inclusión y que nos permita mostrarnos al mundo. Ante todo se demostró que cuando hay un liderazgo colectivo se pueden cristalizar esos sueños.

¿Si ese liderazgo se ha recuperado, por qué en la región siguen ocurriendo episodios que opacan al Valle?

La asignatura pendiente de la región son los liderazgos políticos y en ese sentido a veces el motivo de reflexión personal es hasta dónde se puede empujar la bicicleta desde el sector privado. Si nosotros no tenemos liderazgos políticos ni administraciones locales eficientes va a ser muy difícil que esta sociedad progrese y mejore.

¿Una frustración?

Aspiraba a que en el 2010, que es el centenario del Departamento, quedara lista la doble calzada Buga-Loboguerrero-Buenaventura. La realidad es que esa obra se va a demorar otros cuatro años. Eso es lamentable.