La
importancia de hablar con el bebé desde el vientre
Hablarle al bebé cuando está dentro del vientre favorece
su desarrollo neuronal y emocional; en ese sentido, contribuye de modo
definitivo a estrechar los vínculos afectivos entre madre e hijo.
Aunque el feto escucha a la semana 24 de gestación, siendo el oído el primer
sentido en desarrollarse, la médula espinal es un puente entre los nervios
auditivos que están madurando y el cuerpo de la madre, dice Carlos Alberto
Jiménez, autor de La neuropedagogía y los
comportamientos violentos, magíster en Educación y Comunicación.
El bebé ‘escucha’ los órganos de la madre: los movimientos del intestino o el
fluir del oxígeno en los pulmones.
Helga López, directora de Centro Tomatis
en Colombia, asegura que la voz de la madre se transmite por vía ósea. Las
cuerdas vocales vibran y esa vibración viaja a través de los huesos hasta la
cavidad pélvica.
Es importante la voz de la madre para despertar el deseo de escuchar. Dentro de
las primeras fases intrauterinas, el feto comienza a jugar con su cuerpo al
ritmo de la voz y de los susurros de su madre.
De esta forma, gira su cuerpo, juega con sus manos, flexiona sus rodillas,
salta y patalea dentro de un ambiente lleno de felicidad y de goce que
contribuye enormemente a su desarrollo cognitivo y emocional.
Para Rodolfo Llinás, señala Carlos Jiménez, “el
cerebro es un órgano musical que funciona con oscilaciones de aire”. En este
sentido, la voz elimina el estrés y la ansiedad del feto que se encuentra en un
ambiente inhóspito, especialmente en las últimas fases del embarazo, cuando
sufre debido a su tamaño y a la presión en las arterias uterinas, que dificulta
el paso del oxígeno al cerebro del niño.
“La voz del padre no tiene una frecuencia alta. No actúa como la voz de la
madre porque es un estímulo externo. No se distingue de otras voces. En cambio,
la voz de la madre hace parte del ambiente sonoro intrauterino”, dice Helga López.
“Una madre ansiosa o depresiva difícilmente podrá tener un proceso de
comunicación armonioso con el niño intrauterino. Un mal útero puede ser el
causante no solo de enfermedades, sino que puede generar una curvatura craneal
del bebé disminuida y pueda hacerlos propensos a la violencia”, puntualiza
Jiménez.
Qué
y cómo hablarles
Edith Saraga de Peisach,
sicóloga experta en educación especial y desórdenes en el desarrollo y el
aprendizaje, afirma que el niño escucha todo lo que la madre dice. De ese modo,
se familiariza con ella y cuando nace, en situaciones de estrés o que le pueden
generar algún tipo de angustia al pequeño, el hecho de escuchar la voz de la
madre le produce sosiego, calma y sensación de bienestar, puesto que le
recuerda la placidez y la ausencia de necesidades de su vida intrauterina.
Saraga también es autora de ‘Amor en pañales’ y
comenta que hay madres que no saben con exactitud cómo se les debe hablar a los
niños. Así que la experta asegura que para hacerlo pueden contarle cómo están
ese día, qué planes tienen y siempre decirles que los aman y justo cuando les
expresen su afecto pueden simultáneamente acariciar su barriga, darle unas
palmaditas para que el niño sienta que eso que le están diciendo está dirigido
específicamente a él.
Por:
Melissa Serrato y Juliana Rojas Hernández