Médicos, personal
administrativo y pacientes temen por los frecuentes ataques de pandillas de la
zona.
La zozobra se
convirtió en una constante en el hospital Carlos Carmona, en el oriente de
Cali, donde médicos, personal administrativo y pacientes temen por los
frecuentes ataques de pandillas
de la zona.
El episodio de violencia más reciente sucedió el
pasado sábado, 16 de febrero.
Uno de los médicos que presenció el suceso, quien
solicitó la reserva de su nombre, contó que “cuando llegaron estas personas
dijeron, mientras nos apuntaban con armas de fuego, que si se moría el paciente
que estábamos atendiendo ellos nos mataban a la salida. Así es muy complicado
hacer nuestra labor”.
El profesional añadió que “con estas amenazas el
trabajo no es óptimo, pues tenemos miedo de que en cualquier momento nos pase
algo. Esta es una situación que pasa desde hace muchos años, al menos trece”.
Por su parte, Lina Marcela Escobar, jefe encargada
de Urgencias del centro asistencial, corroboró que “ese día ingresaron al
hospital alrededor de 20 hombres armados y amenazaron a los médicos con un arma
en la cabeza, diciendo también que dejáramos de atender a otro joven que había
ingresado por herida de bala”.
Escobar agregó que ese herido al que se referían
era, al parecer, un “enemigo de este grupo”.
En esta casa de salud, ubicada en el barrio Antonio
Nariño, “de los catorce médicos que están de planta, seis han dicho que quieren
renunciar”, dijo Lady Vanessa Pabón,
subgerente científica del Hospital Carlos Carmona.
La directiva del centro asistencial agregó que
quienes los atacan “también aprovechan para robar dispositivos médicos y al
personal de salud”.
Una paciente que ayer se encontraba en el hospital
comentó que “en cualquier momento entran hombres armados a amenazar a los
doctores”.
Al respecto, el teniente del Distrito 4 de las
Policía, Bruno Yesid Lozano, dijo que “desde el fin
de semana ya se designó un policía las 24 horas del día para esta institución”,
a lo que el secretario de Salud, Diego Calero, agregó que “podríamos contratar
un vigilante armado, pero eso sube los costos para la institución. Esa plata
nos sirve más para contratar a un médico”.