En Cali, los casos de sobredosis por consumo de heroína ya no son una
rareza. Lo que hace un par de años eran historias secretas y muy escasas que se
escondían en las entrañas de las altas clases sociales ha pasado a ser una
preocupación sin estrato, que toca a las puertas de hospitales y centros de
rehabilitación.
Este año catorce episodios, dos de los cuales se presentaron en menores de
edad, han sido reportados. Una persona murió.
Las cifras van en ascenso si se tiene en cuenta que durante todo el 2009
fueron 20 los casos identificados por las autoridades de salud. Ese año
murieron cuatro personas. “En su mayoría son mujeres, ya que ellas son más
susceptibles al consumo de esta droga, una de ellas falleció”, explica Jorge
Quiñónez, toxicólogo de la secretaría de Salud.
El experto advierte que esos son sólo los casos notificados, pues “los que
no se reportan son muchos más porque a nadie le interesa hablar de un cadáver
cuando la difamación se devuelve hacia la familia, por eso la gente busca
echarle tierra al muerto vergonzoso”.
Según
A finales del 2008 un gramo de heroína en la calle se conseguía a $70.000. A
principios del 2009 el costo bajó a $30.000 y para diciembre el gramo valía
$8.000. Hoy, el jíbaro que comercializa la heroína en las calles pide $4.000.
“Los mexicanos dejaron de importar la heroína para producirla, por eso ya no
le compran a los carteles colombianos y a estos les tocó sacar su producción al
mercado local. Asimismo, se ha fortalecido el triángulo del opio en Afganistán,
surtiendo directamente de heroína el mercado Europeo, eso produjo una
sobreproducción de la droga en el país y había que venderla como fuera”, afirma
un teniente del Grupo de Microtráfico de
Según el investigador de
“Es la época de cosecha y es costumbre sobre todo entre jóvenes indígenas y
campesinos, trabajar en plantaciones de amapola en el Macizo Colombiano para
recolectar el látex con el que se produce la heroína. Ellos prefieren que les
paguen en especie con la misma heroína, la cual consumen y venden por sus
propios medios”, anota el oficial.
En este planteamiento coincide el toxicólogo Jorge Quiñónez, quien asegura
que en junio dos niños indígenas del Cauca fueron remitidos de urgencia al
Hospital Universitario tras presentar una sobredosis de heroína.
“Al momento de preguntarles de dónde habían sacado la sustancia respondieron
que de la producción de la finca”, cuenta el médico.
De acuerdo con el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Cali y del Valle,
Vespa, el cual registra los casos de los principales centros de rehabilitación
de la región, durante los últimos dos años los casos de personas en busca de
rehabilitación se incrementó en un 10%. Sin embargo, al indagar en los centros
de atención se evidencia un panorama mucho más dramático.
“Este año la situación ha sido crítica: al menos nueve casos se han
notificado, cuando atendíamos uno o dos al año”, explica una psicóloga de
Hogares Claret.
Lo mismo pasa en el centro de rehabilitación Proyecto de Vida, donde según
su directora Luisa Fernanda Encizo, durante el
presente semestre se ha atendido trece pacientes. Antes del 2009 recibía un
caso por año.
“La situación está creciendo de manera alarmante y está a punto de
convertirse en una epidemia. Lo grave es que estamos viendo la primera ola de
personas en estado crítico por el consumo de heroína. Según los promedios, los
picos altos se presentan a los tres años de empezar a consumir esta sustancia.
Es decir, si los precios de esta droga mermaron hace dos años y medio estamos a
seis meses de recibir el grueso de personas en estado avanzado de consumo”,
afirma Encizo.
El Diablo,
Según Mauricio Vivas, de 18 años, quien se recupera del consumo de heroína
en
El joven cuenta que la compraba en
Este habitante del barrio Olímpico, quien se encuentra en proceso de
rehabilitación desde principio de año, dice que existen lugares donde incluso
reciben gorras, celulares, zapatos, cadenas y elementos robados a cambio de
unos cuantos gramos de
“Uno poco a poco se va marginando hasta que llega a las ollas en los barrios
El Calvario y Sucre. En este último lugar es muy famoso un expendio ubicado en
Según
“Recientemente aprehendimos a una prostituta que la escondía en partes
íntimas. Igual pasó con un grupo de travestis,
quienes ocultaban estratégicamente las cápsulas”, relató el oficial.
Según
“Santander de Quilichao es, sin dudas, la capital
de la heroína”, afirma.
Hasta el 2006 funcionó en este municipio el imperio de Juan Carlos Ballesteros,
alias Amigazo, quien fue extraditado a Estados Unidos. Sus lugartenientes
heredaron los laboratorios y están protegidos por el Frente Sexto de las Farc.
Para sacar la droga recurren a métodos como esconderla en baterías falsas de
tracto camiones o en los cuerpos de personas o ‘mulas’.