Guante quirœrgico salva a ni–os y neonatos

Oct. 13 de 2012

Por:Carlota Loaiza Cadavid, Unimedios.

La laparoscopia de puerto œnico para operar la regi—n abdominal es una tŽcnica que evita hacer varias incisiones en el vientre del paciente. Por lo general, se usa un costoso equipo que muy pocos hospitales tienen en el pa’s, pero este se puede remplazar por un sencillo guante quirœrgico. Beneficia especialmente a los ni–os.

Aunque la intervenci—n laparosc—pica no es una novedad, s’ lo es el hecho de que, con un ingenioso y econ—mico dispositivo, inventado en Corea y adoptado en Colombia, ahora se pueda operar a neonatos con total seguridad, en menos tiempo y a costos muy bajos.

Se trata de la cirug’a de laparoscopia por puerto œnico (CLPU), pero llevada a cabo con un sencillo guante quirœrgico, en lugar del costoso equipo que se usa en las intervenciones abdominales para retirar tumores, el bazo, el apŽndice o efectuar otro tipo de operaciones en esa cavidad.

En el procedimiento tradicional se deben hacer varias incisiones (puertos) en el vientre de la persona. Por estas se introducen tubos especiales a travŽs de los cuales se insertan los instrumentos quirœrgicos (por ejemplo, la lente con la que los mŽdicos observan el interior del paciente, las pinzas, los cauterizadores, etc.).

Pero la CLPU solo requiere una incisi—n. Y, aunque antes era usada principalmente en adultos, lo novedoso es que ahora se usa tambiŽn en ni–os y toma fuerza en centros pedi‡tricos como el Hospital Infantil La Misericordia (HOMI) y otros de gran prestigio en el pa’s. 

Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia en Bogot‡, en el cual particip— el docente Fernando Fierro, coordinador de la Especialidad en Cirug’a Pedi‡trica de la Facultad de Medicina, estableci— que es una opci—n que garantiza —ptimos resultados tanto de salud como estŽticos.
El procedimiento

En la tŽcnica se utiliza un retractor de fascia (un instrumento que separa los mœsculos cercanos al ombligo y deja un orificio de acceso), pero se le acopla un guante quirœrgico tradicional que se introduce en la hendidura.

As’, cada dedo del guante hace las veces de un puerto a travŽs del cual se puede insertar un instrumento diferente, el cual puede tener entre 3 o 5 mm de grosor (dependiendo del tama–o del paciente). De este modo, se obtiene un multipuerto h’brido. ÒOtra funci—n que tiene es evitar que de la cavidad abdominal se escape el CO2 que se inyecta para mantener el ‡rea distendidaÓ, afirma el profesor Fierro.

El procedimiento se ejecuta con anestesia general, intubaci—n endotraqueal (para garantizar la respiraci—n) y aplicaci—n de antibi—tico profil‡ctico (de manera preventiva). Se hace un corte en la piel en el pliegue umbilical, de abertura vertical de unos dos cent’metros en la fascia (membrana que envuelve las estructuras anat—micas).

En la mayor’a de los casos, se utiliza la tŽcnica extracorp—rea, que consiste en sacar del cuerpo la parte del —rgano que se va a intervenir, lo que disminuye el tiempo quirœrgico y posibles infecciones.

Mediante la CLPU, desde el 2009 se han atendido a unos 140 pacientes en el HOMI, en donde labora el docente de la UN. El paciente atendido de menor edad ten’a ocho d’as de nacido y pesaba 2,5 kg.

Al ser ni–os tan peque–os, el rango de acci—n de los cirujanos es limitado y deben confiar en los equipos de video y los instrumentos. Por eso, este tipo de intervenciones requieren de gran habilidad y, sobre todo, de mucha experiencia.

Aun as’, asegura el profesor, es una excelente opci—n porque tiene mœltiples ventajas. Por ejemplo, el tiempo promedio de cirug’a se reduce a 46,4 minutos y el de hospitalizaci—n, a 44,8 horas.

Adem‡s, ni–os y padres se reincorporan a sus actividades en la mitad del tiempo que tarda la cirug’a convencional. 

Segœn el docente, los ni–os pueden regresar a sus jornadas deportivas dos semanas despuŽs de la intervenci—n (aunque los padres sienten miedo y los dejan en casa una o dos semanas m‡s, sin que sea necesario).

Otras ventajas son que, al hacer una œnica incisi—n, desaparece el riesgo de lesiones de vejiga y de los vasos abdominales, disminuye el dolor posoperatorio –pues no se presenta traumatismo de los mœsculos–, se requieren, dado lo anterior, menos analgŽsicos y quedan cicatrices imperceptibles.

Ventajas econ—micas

Los equipos usados para hacer la CLPU en otros pa’ses son muy costosos. Por esta raz—n, el mŽtodo era oneroso tanto para el paciente como para la instituci—n de salud y no se practicaba con frecuencia en Colombia, y menos en ni–os.

Con la adaptaci—n del guante quirœrgico (que, para el propio doctor Fierro, tiene un valor casi simb—lico), se contribuye a disminuir significativamente el valor de la intervenci—n.

ÒLa intervenci—n con un equipo normal cuesta alrededor de 500 mil pesos, pero con el guante, unos 50 mil. Adem‡s, cabe aclarar que los costos hospitalarios de una cirug’a laparosc—pica son m‡s elevados que los de una comœnÓ, advierte el experto.

Lo cierto es que, adem‡s de ser un procedimiento que se puede aplicar en los pacientes menos favorecidos, es una oportunidad para que los centros hospitalarios que no disponen de medios para practicar estas intervenciones del modo tradicional incorporen a sus procedimientos esta tŽcnica segura y sumamente beneficiosa para la comunidad en general.