Gripas y neumonías se contarían como casos de nueva influenza

Hay preocupación de las autoridades de salud, que se reunieron en Cancún (México), por el incremento de casos de nueva influenza.

La fórmula propuesta por expertos de 43 países para evitar que se desborde la pandemia. Las naciones más pobres tendrían problemas para adquirir las vacunas.

Ni las autoridades sanitarias mundiales ni los expertos en salud pública saben con exactitud qué curso tomará la expansión del virus AH1N1, causante de la nueva influenza, que ya afecta a 135 países.

Los epidemiólogos sostienen que, ante los inminentes cambios de estaciones, podría mutar y dejar de ser una cepa de baja letalidad para convertirse en una muy agresiva. Es latente, además, la posibilidad de que se mezcle con tipos más mortíferos, como el H5N1, en Asia.

Por esa razón, las máximas autoridades de salud de 43 países, que se reunieron en Cancún (México), aseguraron que debe cambiar la forma en que se hace seguimiento de la epidemia. "Es necesario poner en marcha indicadores nacionales más amplios", dijo Keiji Fukuda, subdirector general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Dicho en otras palabras, los casos (ascendieron ayer a 104.996) empiezan a contarse por miles, lo que congestiona los laboratorios encargados de su confirmación. Puede ocurrir que no alcancen a diagnosticarlos todos, por lo que la cifra oficial queda a expensas de la capacidad de estos laboratorios y no de los casos reales.

Por eso, en la reunión surgió la propuesta de que, en adelante, todos aquellos que hayan tenido contacto cercano con una persona diagnosticada, se cuenten como casos positivos, es decir, también serían objeto de vigilancia epidemiológica y de seguimiento estricto.

Un control de este tipo tiene la ventaja de que a los hospitales sólo serán remitidos los casos que realmente lo ameriten; se disminuirían las incapacidades (las personas seguirían con sus actividades normales) y el pánico, y se reforzaría el autocuidado.

Esta medida, junto con otras emanadas de la reunión de Cancún, que concluyó ayer, será analizada por la OMS antes de ser oficialmente recomendada. Es claro, no obstante, que cada país la aplicaría de acuerdo con sus condiciones particulares.

Juan Gonzalo López, director del Instituto Nacional de Salud y quien asistió al encuentro, aseguró que en Colombia un grupo de expertos se encargará de analizar el tema y tomar decisiones al respecto. "Se habló también, por ejemplo, de considerar positivo todo caso de neumonía e, incluso, contar como nueva influenza las gripas que se registren. Eso ayudará a los sistemas de salud a aplicar medidas más eficientes para controlar el virus", dijo López.

Vacunas, 'problema crítico'

Ante los anuncios hechos ayer por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, en el sentido de que ese país tendría lista para su distribución, a mediados de octubre, una vacuna contra este mal (a Europa llegaría en diciembre), los países concluyeron que el acceso de las naciones pobres a este biológico "es un problema crítico".

Hubo reconocimiento general de que dichos países deben enfrentar problemas técnicos y de voluntad política para garantizar que las vacunas llegarán a sus poblaciones. Cuauhtémoc Ruiz, coordinador de inmunizaciones de la Organización Panamericana de la Salud, es pesimista: "La vacuna puede estar disponible en unos meses, pero puede pasar hasta un año antes de que haya dosis suficientes para cobijar a la población mundial".

Se estima que un país como Colombia necesitaría 150 millones de dólares para comprar dosis para vacunar a la mitad de la población.

Investigan atención a fallecida

La Secretaría de Salud de Bogotá decidió investigar el protocolo y el procedimiento de atención que el Hospital Kennedy siguió en el caso de la mujer de 28 años que falleció en Bogotá el pasado 4 de julio, por complicaciones generadas por la nueva influenza.

La entidad tomó la decisión ante las denuncias presentadas por familiares de la víctima, en el sentido de que funcionarios del hospital la atendieron como si tuviera una gripa común", le formularon antibióticos y luego la mandaron para su casa.

Tras sufrir un deterioro general en su estado de salud, lapaciente fue llevada al Hospital El Tunal, donde falleció.

El secretario de Salud encargado, Juan Eugenio Varela, informó que la mujer comenzó a presentar los síntomas de una enfermedad respiratoria el 28 de junio. Por esa causa consultó a su EPS el primero de julio, que la remitió al Hospital Kennedy.

El hospital sostuvo que la paciente llegó ese mismo día a urgencias a las 10:54 a.m. y fue valorada en la zona destinada para la atención de pacientes afectados por virus respiratorios.

Le diagnosticaron amigdalitis bacteriana y faringitis, y le formularon penicilina y un antiinflamatorio. Posteriormente, su estado de salud se complicó y la paciente se dirigió, el 3 de julio, al CAMI de Trinidad Galán, donde la remitieron al Hospital El Tunal. Allí quedó internada y murió al día siguiente.

El subgerente de prestación de servicios del Hospital de Kennedy, Mario Posada, informó que la institución siguió los protocolos de atención en los casos sospechosos del virus AH1N1.

Ayer la Secretaría de Salud reportó cinco casos nuevos del virus de la nueva influenza, para un total de 42, incluidos tres fallecimientos.

Alta tasa de mortalidad

Un estudio publicado recientemente en el 'New England Journal of Medicine' estimó que la tasa de mortalidad de la nueva influenza oscila entre el 0,2 y el 0,4 por ciento. Curiosamente, la de Colombia, con sus 143 casos positivos de la enfermedad (incluidos cuatro fallecimientos), es de 2,79. Comparada con las registradas por otros países (la de Argentina, con 70 muertes, es del 0,07 por ciento), esta es una de las más altas del mundo.

La explicación radicaría en el subregistro, es decir, que aunque en el país puede haber miles de casos de la gripa, no están diagnosticados.

Los epidemiólogos consideran que, debido a su fácil transmisión, por cada caso positivo de la nueva influenza puede haber hasta 300 sin diagnosticar.

Argentinos restringen los besos y compartir el mate

EFE y AFP (BUENOS AIRES)

La gripa AH1N1 está transformando las costumbres de los argentinos, que desde ayer entraron en un descanso de cuatro días, luego de que el Gobierno ordenó el cierre de tribunales, entidades públicoa, bancos, teatros, cines, escuelas, universidades y centros comerciales, en un intento por reducir el contagio.

Pese a que en el país gaucho hasta los hombres acostumbran a saludarse de beso en la mejilla, hoy en cada calle, oficina y club de la capital resuena una voz de alerta: "¡Nada de besos!".

Y hasta los productores de televisión están tomando medidas para limitar los contactos labiales en las escenas amorosas o eróticas de los culebrones y otros programas.

"¡A darse la mano nada más, por ahora!", grita Marcelo Orio, comerciante de 52 años, en un centro deportivo del barrio Palermo, de la capital, cuando llegan sus compañeros para el partido después del trabajo.

Los expertos recomendaron, además, no compartir el mate, la clásica infusión que los grupos de amigos suelen sorber de la misma bombilla, lo que aumenta los riesgos.

El asueto administrativo se vio reflejado ayer en la conmemoración del Día de la Independencia. Esta vez los porteños no vieron desfilar por la tradicional Avenida de Mayo, emblema de Buenos Aires, ni al Regimiento de Patricios ni al cuerpo motorizado de la Policía Federal.

En Argentina se han reportado unos 100.000 casos de gripa y por lo menos 70 muertos.

REDACCIÓN SALUD
CON INFORMACIÓN DE LA OMS, EFE, AFP, REUTERS Y SECRETARÍA DE SALUD DE MÉXICO.