Esa
gripita que tiene o que le está empezando puede ser la mismísima que hace un
año puso a temblar a todo el mundo. Sí señores, hablo de
Con este
virus toca aprender a vivir, porque llegó para quedarse. No quiero decir que se
va a morir, que va a tener que irse del país o retirarles el saludo a los
amigos que moquean, sino insistir en que no baje la guardia con medidas de
prevención, que deben ser más un hábito que una moda. So pena de pasar por
cansón, se las repito por si ya se le olvidaron.
Entienda:
el AH1N1 es un virus de la influenza que se originó en las cepas de la llamada
gripa porcina. Hoy anda entre la gente como Pedro por su casa.
Aunque no
es esencialmente mortal, en algunos casos puede complicarle la vida. Pilas,
¿no? No se confíe: ante el primer síntoma de gripa piense que puede tratarse de
No
propague: lavarse las manos debería ser obligatorio por ley; hay que hacerlo
cada rato, con agua y jabón (insístales a quienes tiene cerca que lo hagan
también) y procure no tocarle la cara a nadie.
Pocos
cariños: los mocos, la carraspeadera y la tos no van
con los besos, los saludos de mano y los abrazos. Así que si está griposo,
déjese de tanta saludadera...
Ni de
vainas: olvídese de los bocaditos, de compartir utensilios y, en lo posible, de
dormir acompañado cuando esté apestado. Piense que en tres días estará mejor.
Hidrátese:
como ya lo sabe, la gripa hace que el cuerpo pierda agua por montones, así que tómese toda la que pueda, en cualquiera de sus formas,
incluidas las aguadepanelas familiares, los jugos,
las sopitas y la maternal caspiroleta. Beba sin horario. ¡Ah! Coma bien.
Actividad:
procure mantenerse activo. Dicen los que saben que el ejercicio suave es
bendito. Eso quiere decir que una caminata o un trote ligero durante veinte
minutos ayuda a mejorar las defensas. Eso sí, hágalo
sin quitarse el tapabocas. Mejor dicho: no se acueste a morirse.
Cuidado:
si la fiebre pasa de 39 grados y se resiste a bajar, si la tos lo ahoga y el
decaimiento no lo deja levantar cabeza, deje de leer esta columna y corra al
médico. No olvide insistir en que lo examinen bien.
Por
último: no se automedique. Dedique unos minutos a pensar en la gripa y hágame
el favor de rodar esta columna entre sus conocidos, así no estén apestados. Total,
algún día lo estarán