REDACCIÓN POLÍTICA El presidente Álvaro Uribe le pidió ayer al Congreso que derogue
la disposición contenida en los decretos de emergencia social que obligaba a
que los usuarios pagaran con sus cesantías o sus ahorros pensionales
al menos parte de los tratamientos que estén por fuera del Plan Obligatorio de
Salud (POS).
La semana pasada el presidente Uribe había dicho que la disposición se
aplicaría únicamente para los usuarios de los estratos 5 y 6. Sin embargo, ayer
el propio Mandatario aseguró que la medida no se aplicaría “para nadie”.
“Asumo la responsabilidad de que el Gobierno desista del tema de cesantías.
Ni para personas de estrato 5 y 6, para nadie”, dijo durante una entrevista
con RCN Radio.
Uribe se declaró partidario de que el Congreso derogue ese aparte de los
decretos de emergencia social que introdujeron varias reformas al sistema de
salud. “Lo que quiero es que esto sea transparente. Queríamos que hubiera
solidaridad”, agregó.
Esto dijo el Jefe de Estado: “Si hay un problema con las cesantías que se
creó en el Gobierno, pues el propio Gobierno lo dice, en cabeza del Presidente,
y pide que se quiten. Soy partidario de que el Congreso lo derogue, y mientras
no lo tumbe no se usa”, puntualizó.
Desde la semana pasada Uribe ha aparecido en varios medios a dar
explicaciones y aclaraciones sobre las medidas de la emergencia. Y ya había
hecho llamados de atención sobre la manera como fueron redactados los polémicos
decretos y había anunciado algunos ajustes.
El reversazo en esa parte de las disposiciones, que han generado una intensa
polémica, coincidió con un reporte del Banco de la República según el cual las
medidas empezaron a causar efectos leves en la canasta familiar de los
colombianos.
La emergencia estableció un aumento de los impuestos a licores, cervezas y
cigarrillos, así como a los juegos de suerte y azar. El gerente del Banco de la
República, José Darío Uribe, dijo que un mayor costo de estos productos se
reflejará en un incremento que, en principio, no comprometerá el cumplimiento
de la meta de largo plazo de inflación, fijada en un rango entre 2 y 4 por
ciento