Asdrúbal Herrera Mora, de 24 años, perdió la cuenta de cuántos golpes ha
recibido en la cabeza, el cuello o la espalda mientras se agacha para cruzar
una puerta o entrar a una habitación o un baño.
Este hombre, de 2,28 metros de estatura y que sufre gigantismo, podría ser
la persona más alta del país. Debe viajar agachado en taxis y buses y debe
sentarse de costado, porque de frente sus piernas no caben en el estrecho
espacio que hay entre las sillas.
En su casa, donde vive con su mamá y un hermano, debe permanecer agachado
casi todo el tiempo, debido a que no cabe por las puertas y su cabeza pasa muy
cerca de las vigas. Tampoco cabe en la cama, pese a que esta mide 2,20 metros
de largo, y por eso se queja constantemente de dolor de espalda.
Asdrúbal crece entre 2 y 3 centímetros por trimestre y usa ropa ‘XXXL’, que
le confecciona una modista. Sus zapatos, talla 50, los encarga a Estados Unidos
y le cuestan 350.000 pesos.
“Hace poco tuvo un trabajito en una zapatería, pero duró pocos días porque
cuando se levantó por un material por poco tumba un ventilador de techo y lo
despidieron”, cuenta su hermana Olga Herrera.
Sentado de manera incómoda en el sofá de la casa, en el barrio Zapamanga, en Floridablanca,
Asdrúbal cuenta que asistió al colegio hasta tercero de primaria, pues a los
trastornos de la enfermedad (en esa época vómito y cefaleas) se sumó la burla
de sus amigos. Desde los 8 años comenzó a tener problemas con su salud.
“Por mi altura ingresé a dos reconocidas escuelas de baloncesto, pero me
agotaba muy rápido y no podía correr”, recuerda. Esta condición, según el
neurólogo Jorge Serna, es común entre las personas que sufren de gigantismo.
El 15 por ciento de las persona operadas contra el
mal no logran detener su crecimiento, como le ocurrió a Asdrúbal.
“A los 11, yo ya medía 1,73 metros, mientras mis amigos no llegaban a los
1,55. Me hacían bromas que me deprimían. Además, las náuseas eran permanentes y
no me permitían estudiar”, cuenta Asdrúbal. Sólo a los 13, cuando ya superaba
la estatura promedio de un adulto, especialistas le diagnosticaron
hipertiroidismo, un trastorno metabólico que produce exceso de función de la
glándula tiroides. A los 15 años fue operado por neurocirujanos por un macroadenoma de hipófisis (especie de tumor).
Asdrúbal resolvió este año buscar otras opiniones médicas en un centro
especializado en La Habana (Cuba). Como no tiene dinero para viajar, está
pidiendo ayuda.
Quien quiera ayudar a Asdrúbal puede contactarlo en los correos electrónicos
chicitin123@hotmail.com y asdrubalelmasdurodecolombia@hotmail.com