Genes determinan si una persona
puede superar los 100 años de vida
Las
personas ,ás longevas tienen
150 características genéticas en común, reveló estudio.
Un
conjunto de variaciones genéticas permite predecir con 77 por ciento de éxito
si una persona tiene posibilidades de vivir más de 100 años, según un estudio
que abre la vía a una mejor comprensión y prevención de enfermedades como el Alzheimer.
"Este estudio significa un paso importante en nuestra comprensión de la
genética de la longevidad excepcional, además del envejecimiento", afirmó
Paola Sebastiani, profesora de bioestadística de
La investigación muestra que la genética juega un papel clave en las personas
que viven hasta 100 años y más. Sin embargo, no minimiza la influencia de
factores medioambientales o de modos de vida.
Luego de analizar el genoma de más de 1.000 personas de 100 o más años, estos
médicos y estadísticos descubrieron 150 características genéticas
particularmente frecuentes en quienes tienen una longevidad excepcional en
comparación con el resto de la población.
A partir de estas 150 señales, elaboraron un modelo informático de previsión,
con 77 por ciento de exactitud, que muestra cómo "los datos genéticos
solos permiten predecir la longevidad excepcional".
Los centenarios (una persona en 6.000 en los países industrializados) son un
ejemplo ideal del envejecimiento, ya que desarrollan enfermedades relacionadas
con la edad como el cáncer, las afecciones cardiovasculares y la demencia
bastante después de los 90 años, destacan los autores. La esperanza de vida
media es de aproximadamente 80 años.
"Este método analítico podría ser útil para la prevención y la detección
de numerosas enfermedades, así como para determinados tratamientos",
afirmó el profesor Thomas Perls, especialista en
geriatría en
De todas formas, este modelo tiene sus límites, pues en el 23 por ciento de los
casos no permite predecir si alguien vivirá más de 100
años. Esto se debe, según los científicos, a que también influyen los factores
medioambientales y el modo de vida de la persona. "Es un rompecabezas
genético muy complejo", observa Perls.
WASHINGTON
(AFP Y Efe)