Flores que ayudan a curar; se
recomiendan para complementar tratamientos médicos convencionales
En
teoría las esencias concentran energía que ayuda a equilibrar las frecuencias
de vibración del cuerpo.
A
veces, y aunque no lo crea, las esencias florales pueden darles a las personas
la ayuda que necesitan para superar o sobrellevar instantes de tristeza,
soledad o desesperación. Ellas han sido utilizadas desde tiempos ancestrales en
los procesos de sanación y de desarrollo.
Estos
preparados naturales, que conservan las cualidades energéticas de las flores,
fueron estudiadas por el médico inglés Edward Bach.
El investigador comprobó que ciertas enfermedades tienen origen en el plano
emocional, razón por la cual de la actitud que se adopte frente a estos
padecimientos, depende también la posibilidad de sanar.
Las
alteraciones físicas o mentales producen un desequilibrio de la energía del
cuerpo, lo que genera la aparición súbita de molestias.
Cuando
entran al cuerpo, las esencias florales -que son elementos cargados de energía,
con una frecuencia específica de vibración- ayudan a corregir dichas
alteraciones; lograrlo permite, a la vez, mejorar la actitud frente a la vida y
disminuir los estados de ansiedad y de estrés, la depresión y controlar las
emociones. Así es posible sobrellevar mejor las pérdidas, los miedos y los
cambios.
Vale
aclarar que aun cuando las esencias y la homeopatía hacen parte de la llamada
medicina alternativa, son distintas. La homeopatía es un estímulo que busca
modificar manifestaciones particulares y síntomas en cada individuo; las
esencias actúan principalmente sobre las emociones y el afecto.
Éstas
se adaptan a las necesidades de cada persona. En algunos casos es necesario
empezar con una esencia conocida como rescate, que resulta de la combinación de
varias flores: estrella de Belén, clemátide, impaciencia y heliantemo. Es muy
útil para romper los bloqueos que afectan a las personas en ciertos momentos de
su vida.
Se
pueden consumir en gotas (la cantidad y el número de tomas dependerá de la
condición de cada individuo). El tiempo de uso varía según la evolución de los
síntomas.
Se
recomiendan para el manejo de duelos por la pérdida de un ser querido, de un
empleo o por una separación; también en casos en los que se vea comprometido el
estado de ánimo o cuando las emociones desencadenan un conflicto: orgullo,
rabia, depresión, tristeza, irritabilidad y estrés, entre otras.
También
puede recurrirse a ellas en aquellas etapas de la vida que impliquen un proceso
de adaptación y cambio, como la adolescencia, el embarazo, el posparto y la
menopausia; de igual modo para aliviar el cansancio físico y mental y para
ayudar a superar ciertas adicciones.
Por
ser preparados naturales, las esencias florales no tienen efectos secundarios,
de modo que pueden usarse como complemento de los tratamientos convencionales.
Se
pueden administrar a niños, mujeres en embarazo, durante la lactancia y, en
general, a cualquier persona. Aun así, es importante tener en cuenta el medio
de dilución de las esencias.
Dependiendo
de la necesidad y del paciente, se administran diluidas en agua, brandy o
vinagre de manzana.
Cómo
ayudan
Las
flores y sus propiedades.
Acebo:
se recomienda para transformar sentimientos de ira, celos, odio y agresividad.
Álamo:
se usa para superar angustias y ciertos temores de causa desconocida, como el
miedo a la muerte y el pánico.
Mimulo: es propio para el manejo
de miedos de origen conocido, como la enfermedad y el temor a hablar en
público.
Clematide: se recomienda a aquellas
personas a las que les cuesta concentrarse y mantenerse atentas.
Olivo:
ayuda a aliviar la fatiga y el estrés causados por el exceso de trabajo físico y
mental.
Hay
que tener en cuenta que en algunos casos puede presentarse una agudización de
los síntomas mentales.
En
caso de que se consuman varias esencias florales lo ideal es esperar cinco
minutos entre el consumo cada esencia.
Hay
que evitar exponerlas a la luz y no mantenerlas cerca de aparatos eléctricos
(pues emiten ondas que pueden alterar la composición vibracional
de la esencia). Es vital mantenerlas cerradas todo el tiempo.
Lo
más importante es tener la asesoría de un profesional médico que le ayude a
establecer qué esencia floral es la que realmente necesita.
DIANA
C. RODRÍGUEZ POSSO
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
MÉDICA, ESPECIALISTA EN TERAPIAS ALTERNATIVAS Y FARMACOLOGÍA VEGETAL.