Falsos clubes sociales le hacen el quite a la ley

Las grescas entre jóvenes en dos establecimientos nocturnos ocurridas hace dos semanas en Cali evidencian la problemática de las discotecas que se disfrazan de clubes sociales para evadir los controles de las autoridades.

Inseguridad, consumo de licor y de drogas, presencia de menores de edad, prostitución y ruido son algunos de los problemas que están generando estos negocios que en el papel aparecen con una figura jurídica y en la práctica son rumbeaderos, billares o sitios de lenocinio.

Datos claves

Hace tres años el Tribunal Contencioso Administrativo del Valle le denegó a un particular una acción de nulidad parcial del decreto No. 008 del 2006, expedido por la Alcaldía que regula las actividades nocturnas, restringiendo el horario a fin de garantizar el orden público.

En el 2007 el Consejo de Estado señaló que “en muchos casos son negocios privados camuflados que se han convertido para evadir la acciones de las autoridades”.