Crece expectativa por nueva reforma a la educación

Los primeros temas por acordar serán el sitio de los diálogos y si se tendrá en cuenta la propuesta retirada por el Gobierno.

Con cantos, pancartas, danzas, globos y mascotas, miles de estudiantes rechazaron en Cali el proyecto de Reforma de la Educación Superior propuesta por el Gobierno.

Con cantos, pancartas, danzas y mascotas, miles de estudiantes rechazaron en Cali el proyecto de reforma de la educación superior propuesta por el Gobierno. En la marcha no se han presentado disturbios.

Los líderes de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, Mane, están a la espera de las decisiones de las asambleas de estudiantes sobre la reforma a la educación.

Foto: Colprensa

Tras la suspensión del paro estudiantil, todo parece indicar que el ritmo en la construcción de la nueva reforma lo llevará la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, Mane. Sin embargo, queda la expectativa por cuál será la posición del Gobierno y qué tanto cederá a los condicionamientos que los estudiantes expongan.

Desde que explotó la movilización estudiantil hace más de dos semanas, la ministra de Educación, María Fernanda Campo, se ha mostrado conciliadora en comparación a su actitud una vez iniciadas las manifestaciones de los estudiantes contra a la reforma a la Ley 30.

Ahora, el discurso de la Ministra es otro; reiteró que el Gobierno está listo para empezar los diálogos con los estudiantes, incluso desde esta misma semana. Pero los voceros de la Mane dejaron claro que ese proceso se iniciará una vez se surtan las discusiones al interior de las asambleas estudiantiles de cada universidad.

En dichas reuniones se definirán los acuerdos que permitirán concretar los diálogos con el Gobierno, así como la fórmula para la reposición de clases para estudiantes y los voceros de la Mane que estarán debatiendo el proyecto.

Sin embargo, dos fechas serán cruciales para definir los tiempos: “El proceso de diálogo con el Gobierno dependerá de las decisiones que tome la Mane los días 3 y 4 de diciembre. En ese espacio debe existir un acuerdo de la metodología y de los tiempos que se le van a proponer al Gobierno. Necesitamos que sea un proceso donde la gente de todas las regiones pueda participar” , explicó Andrés Rincón, uno de los voceros de la organización.

Otro aspecto que será definido es la logística del proceso que garantice la participación de estudiantes de todo el país y de delegados de diversos sectores sociales, para lo cual el Gobierno deberá meterse ‘la mano al bolsillo’.

“Dentro de las garantías que implica construir democráticamente la reforma, está que se reciban delegados de diferentes sectores sociales. Por eso, será necesario que se reconozcan las condiciones de tiempo y de lugar, eso implicará costos”, dijo Boris Duarte, otro vocero de la Mane.

Aunque el Gobierno está a la espera de lo que digan los estudiantes para empezar a negociar y revisar si cumplirá sus exigencias, en lo que no parecen estar de acuerdo es en el punto de partida del nuevo debate.

“Tenemos una buena base que es la Ley 30 vigente y el proyecto que fue elaborado de manera participativa por el Gobierno que tendrá que servir de insumo para el proceso de discusión. Con toda seguridad, los estudiantes deben estar trabajando en otra propuesta alternativa. Lo que esperamos es que los aportes lleguen a la mesa para que puedan ser analizados y
valorados” , afirmó la Ministra.

Sin embargo, para los estudiantes ni la Ley 30 ni el proyecto de reforma son un punto de partida. La primera porque habría provocado la desfinanciación de la universidad pública, y la segunda porque no fue elaborada en consenso con los estudiantes.

Para Boris Duarte los estudiantes “tememos que la cantidad de recursos que se asignan sea menor para las universidades, es decir, poner a los estudiantes a endeudarse para acceder a un derecho que se supone debe ser garantizado por el Estado” , dijo Duarte.

El punto de partida para los estudiantes será un programa mínimo de seis puntos que contienen propuestas y exigencias al Gobierno en materia de financiación de la educación superior, autonomía universitaria, bienestar, calidad académica, libertades democráticas y relación entre la academia y la sociedad.

Sin embargo, rectores como Moisés Wasserman, cabeza de la Universidad Nacional, han expresado que empezar de cero implicaría un proceso que podría durar años. Un tema que parece no preocuparles a los líderes de la Mane, a pesar de no tener una propuesta completa.

“No nos preocupa el tiempo, porque no se trata de cualquier problema y necesitamos educación de calidad y eso no se puede conseguir de la noche a la mañana. Lo que nos preocupa es que se tomen decisiones equivocadas haciendo alusión a problemas de tiempo, y quien sabe el tiempo de quién” , concluyó Duarte.

¿Empezar ahora?

Según Mario Hernández, representante de los profesores ante el Consejo Superior de la Universidad Nacional, es difícil suspender las dinámicas del proceso que llevan los estudiantes en este momento para retomarlo el siguiente año, cuando hayan terminado su semestre académico.

Para Hernández, es posible continuar con el proceso de diálogo con el Gobierno sin que eso se convierta en un problema para que los estudiantes continúen en clases. Según el docente, lo importante es que se definan los delegados que representarán a los estudiantes pero también a los profesores y la sociedad para la construcción concertada del proyecto.

El retiro

La Comisión Sexta de la Cámara de Representantes retiró el proyecto de ley a la Educación Superior o Ley 30 el pasado miércoles, que originó el paro de los estudiantes de las universidades públicas . Con esa decisión, la normalidad académica comenzó a retornar a las universidades.

Once de los 18 representantes que conforman la Comisión Sexta dieron su voto a favor; los otros 7 no se presentaron a la sesión, por lo que el resultado fue unánime.

El presidente de la Comisión Sexta, José Caicedo, aseguró que con la decisión se confirmó el compromiso de los legisladores con los estudiantes y el Gobierno.