A exigir la 'garantía' de los
implantes mamarios en Cali y el resto de Colombia
La
decisión del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos
(Invima) de suspender provisionalmente la comercialización de implantes
mamarios Poly Implant Ptrothese, generó inquietud.
La
medida fue aprovechada por algunos profesionales para insistirles a las mujeres
que exijan garantía de los procedimientos a los que se someten.
Por
ahora, la Sala Especializada de Dispositivos Médicos del Invima adelanta la
revisión de oficio del registro sanitario que determinará si estas prótesis
pueden continuar en el mercado o qué medidas se adoptarán.
El
instituto ordenó recoger 2.969 pares de prótesis en Medellín, Pereira,
Bogotá, Barranquilla y esta ciudad, donde se da su distribución.
Pero
más allá de esta medida, a los cirujanos plásticos los desvela el hecho de que
quienes acuden a estas cirugías no toman las precauciones mínimas para evitarse
complicaciones médicas y pérdidas económicas, paradójicamente por ahorrarse
dinero.
En
el mercado un implante aprobado por las autoridades sanitarias se encuentra
entre 1,2 y 2 millones de pesos pesos, de acuerdo con
la marca y gel cohesivo.
Los
que no cuentan con esa aprobración se pueden
conseguir entre 800 y 900 mil pesos.
En
el caso de los implantes mamarios, dice el cirujano plástico del Centro Médico Imbanaco, Alfonso Riascos, las
damas deben perdirles a los profesionales a los que decidadan acudir no solo que les informe sobre qué tipo de
prótesis van a utilizar, la marca y las autorizaciones respecti-vas,
sino la propia acreditación del especialista y de la institución donde se va a
realizar el proce-dimiento.
"Lo
ideal es que se utilicen las aprobadas por la Food and Drug Administration de
Estados Unidos (Administración de Alimentos y Fármacos, por sus siglas en
inglés), donde los estudios han encontrado que los rellenos en los que se
utiliza gel cohesivo ofrecen seguridad, pues aunque
se rompan este no va circular y a causar problemas mientras se corrige",
explica el especialista, quien recomienda a las pacientes que se realizaron
esta cirugía en años anteriores acudir a su médico para que se haga un control
preventivo y verificar la marca de la prótesis.
Además,
agregó, quienes tienen implantes de hace más de siete años deberían pensar en
cambiarlos.
Y
es que la mamoplastia, que es la segunda cirugía más
solicitada después de la lipoescultura, es de las que
mayores problemas se reportan generalmente porque se realizan en consultorios
de 'garaje'.
Solo
en los dos últimos días de consulta, cuenta Riascos,
atendió cuatro pacientes con implantes mal puestos.
El
cirujano Darío Salazar, miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica,
quien recurrentemente ha advertido sobre la proliferación de sitios sin
acreditación que ofrecen cirugías, dijo que aunque se trata de un producto que
hasta ahora tuvo autorización de la autoridad competente, lo mejor es que las
usuarias verifiquen que se utilizó en su caso.
"Ahora
lo que queda es decirles a las pacientes que antes de operarse le exigan la certificación al profesional y las cajas o los
carnés de las prótesis, que se utilizarán. Así contarán con in-formación sobre
el tamaño, la fecha de fabricació n y la marca, es la
garantía que le permitirá reclamar", dijo el cirujano Salazar.
La
secretaria para Colombia de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica
(ISAPS por sus siglas en inglés), Lina María Triana,
recomendó manejar con cautela el tema pues hasta ahora no hay un
comunicado oficial de las autoridades salud, y en los profesionales que los
utilizaron lo hicieron sin el conocimiento de que tenían inconvenientes.
"Es
necesario esperar el pronunciamiento oficial del Ministerio de Salud para saber
las medidas que se adoptarán y no causar un daño y caos", pidió la
especialista, quien instó, sin embargo, a las usuarias a exigir buena calidad
del servicio.
La
capital del 'bisturí'
En
Cali por cada 20.000 habitantes aproximadamente existe un cirujano plástico.
Según
la Dirección de Estudios Económicos de Fenalco
seccional Valle, el posicionamiento de de la ciudad a nivel nacional e
internacional como destino de consumo de servicios de salud es-tética, tales como la cirugía plástica, odontología, oftalmología,
obedece a la completa infraesctructura con que
cuenta.
Los
procedimientos más requeridos son el lifting facial,
aumento o reducción del tamaño de los senos, liposucción, cirugía de parpados y
de nariz.
Mientras
que los hombres prefieren los injertos en el cuero cabelludo y la modificación
en el aspecto de la nariz, las mujeres se decantan por eliminar los sobrantes
de los párpados y au-mentar el tamaño de sus senos.
En
la ciudad se encuentran asentadas cerca de 40 clínicas de cirugía plástica y
102 cirujanos plásticos avalados por la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica
y Reconstructiva, 61 miembros de la Federación iberolatinoamericana
de cirugía plástica y reconstructiva.
En
Cali, se realizan más de 50.000 procedimientos de cirugía estética al año, de
los cuales 14.400 son pacientes extranjeros, procedentes especialmente de
Estados Unidos (60 por ciento), España, Sur América y centro América y el
Caribe.
Un
85 por ciento de los pacientes que visitan las clínicas de cirugía plástica son
mujeres, frente a un 15 por ciento de hombres. Un 60 por ciento de los
pacientes están entre los 18 y 35 años, un 30 por ciento entre los 35 y 45 años
y solo un 10 por ciento entre los 45 y 55 años.