El exceso de trabajo cansa y
quema
La
única manera de mantener a raya este trastorno, es aprender a hacer pausas y a
ocupar la mente en cosas distintas.
Las
largas jornadas y las exigencias laborales aumentan el riesgo de fundirse. La
idea es construir rutinas diarias que incorporen actividades lúdicas y
descanso.
Sentirse
física y emocionalmente agotado, rendir poco en el trabajo, experimentar una
cierta fobia hacia los compañeros, ver con desilusión el futuro y vivir
desmotivado por lo que se hace no es simple cansancio.
Se
trata del llamado síndrome del trabajador quemado (o burn
out), un trastorno incubado a partir de las altas exigencias laborales y las
extensas jornadas de trabajo.
Juan
Vicente Conde, ex presidente de la Sociedad Colombiana de Medicina del Trabajo,
explica que hasta hace poco muchas de estas manifestaciones se confundían con
otras enfermedades ligadas a la fatiga o a otros trastornos psicosomáticos.
"Esta
alteración -dice Conde- es producto de la suma de largas jornadas de trabajo,
de la elevada tensión que se genera durante el desarrollo de una tarea, de la
insatisfacción que se siente en el entorno laboral y de una mala adaptación
física y mental".
No
se escapa nadie
Vale
decir, de acuerdo con el especialista, que la mayoría de los trabajos que hoy
desempeña la gente reúne esas condiciones.
Es
decir que desde un obrero de la construcción hasta un alto ejecutivo pueden
acabar siendo víctimas de este síndrome, si no toman las medidas necesarias
para prevenirlo".
Un
caso sonado es el del mandatario del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que tuvo que suspender a fines de
enero su viaje a Davos (Suiza) para asistir al Foro
Económico Mundial.
Su
organismo le cobró las largas e intensas jornadas de trabajo cuando ya estaba
en el avión que lo llevaría a Suiza: se sintió mareado y embotado, tanto que su
médico personal decidió hospitalizarlo.
Según
el diagnóstico, tenía un aumento anormal de la tensión arterial debido a un
desajuste cardiovascular, causado por su estado físico y emocional. En otras
palabras, tenía fatiga acumulada. Su cuerpo no daba más.
Y
aunque en el caso de Lula el asunto se presentó súbitamente, lo cierto es que
este trastorno se manifiesta con síntomas físicos y mentales.
En
general, unos dependen de otros: desmotivación, depresión, fatiga, trastornos
del sueño, úlceras, hipertensión, colon irritable, lumbalgias, tensión muscular
y enfermedad coronaria, entre otros.
Este
síndrome también se manifiesta con irritabilidad, incapacidad para
concentrarse, distanciamiento afectivo, menor capacidad laboral, trastornos en
las funciones sexuales, comportamiento hostil y actitud conflictiva.
En
fases muy avanzadas se presentan trastornos depresivos mayores, que pueden
desembocar en suicidio.
Algunos
afectados tienden a ausentarse del trabajo y son proclives a las adicciones.
Este
trastorno se puede prevenir
La
prevención de este síndrome tiene como base la aplicación de programas
preventivos de salud ocupacional que en Colombia están definidos por la ley.
El
empleado debe poner de su parte cuidando sus hábitos de vida: trabajar en
forma organizada, controlar el estrés, comer en forma balanceada, respetar el
descanso y hacer actividad física al menos tres veces a la semana. El
tratamiento consiste en manejar los síntomas por separado, con un equipo
interdisciplinario en el que concurran especialistas en medicina del trabajo y
psicólogos laborales, entre otros.
¿Qué
es una jornada laboral?
Es
la convenida entre el trabajador y su empleador y se enmarca dentro de los
límites definidos por la ley.
En
Colombia la jornada máxima legal diaria es de 8 horas (48 a la semana) o de 6
horas diarias (36 a la semana) para los menores autorizados a trabajar.
Puede
acordarse, de manera temporal o indefinida, la organización de turnos de
trabajo sucesivos que permitan operar a la empresa o a alguna de sus secciones
en forma ininterrumpida (como ocurre con las salas de
urgencia), durante todos los días, siempre que el turno no exceda las 6 horas
al día y las 36 horas a la semana. En estos casos no hay lugar a recargo
nocturno ni al previsto para el trabajo dominical o festivo.
REDACCIÓN
SALUD