Los padres sobreprotectores
y los excesos en los cuidados infantiles no son convenientes
Altas
dosis de cuidados, atenciones y precauciones sin fundamento son un error a la
hora de criar a los hijos, pues perjudican aspectos del desarrollo y generan
inseguridad.
Para
Rafael Vásquez, siquiatra especialista en niños y adolescentes y profesor de
Grados de sobreprotección
Según Claudia Jiménez Chacón, sicóloga de
"Tienen miedo de exponer al niño a sitios públicos, cuando el riesgo real
es que el infante pierda la oportunidad de compartir espacios formativos, que
hacen parte de su vida diaria", comenta.
En un segundo grupo se ubican los que albergan sensaciones de ansiedad, porque
temen que el pequeño se caiga, se enferme o adquiera alguna infección. "Lo
que necesita el pequeño es seguridad y guía por parte del adulto. Hay que
vigilarlo, pero no hasta el punto de impedirle que se desarrolle, a través de
ciertas actividades", añade Chacón.
En un tercero grupo se encuentran los que se empeñan en que sus hijos no sufran
ni tengan ningún contratiempo. Si, por ejemplo, se le cae un juguete, la mamá
se apresura a alcanzarlo y no permite que él aprenda a hacerlo.
Estos adultos tienden a impactarse cuando sus hijos lloran y no les permiten
expresarse a través del llanto. "El papá protector, sin darse cuenta,
bloquea e interfiere negativamente en el desarrollo del hijo. De ahí que en la
etapa escolar pueda tener retrasos en el lenguaje y sea demasiado inseguro,
porque su ambiente no le permitió desarrollar dichas habilidades", concluye
la especialista.