Ayude a evitar que el sarampión
vuelva a enfermar / Le tengo el remedio
No
se asuste con el cuento de que en Colombia había casos confirmados de
sarampión, la última vez que en el país hubo enfermos de verdad fue hace ocho
años: sí, señores, hace ocho años.
Lo
mandado, sin embargo, es no bajar la guardia y colaborar con la eliminación de
la enfermedad, llevando a vacunar a todos los niños entre uno y ocho años de
edad.
Lo otro es aprender un poco más de este mal que no es ninguna perita en dulce.
Aprenda: el sarampión es una infección terriblemente prendediza,
producida por un virus. Aunque afecta más a los niños, le puede dar a cualquier
persona (y de cualquier edad) si no está vacunada.
Entienda: aunque la gente la conoce por el brote que da en todo el
cuerpo, en realidad es una infección respiratoria que afecta a todo el cuerpo.
Es más, empieza con los síntomas de una gripa: fiebre, dolor de garganta, tos
seca, una moqueadera macha y un enrojecimiento de los
ojos. Aunque nadie las ve, existen las manchas de Koplik,
de color rojo con el centro un poco blanco o azulado, que aparecen dentro de la
boca. Dicen los que saben que eso es sarampión seguro.
Mire bien esas manchitas: muchas cosas pueden producir brote, pero el
del sarampión tiende a formar parches rojizos. Por lo general estos aparecen
primero en la frente y luego en la cara, en el cuello, en los brazos y de ahí
para abajo, hasta llegar a los pies.
Que se pega, se pega: el virus del sarampión es esparcido cuando alguien
que lo tiene estornuda o tose, a través de las goticas
de saliva que quedan en el aire. Esta transmisión puede darse desde uno o dos
días antes de que aparezcan los síntomas, hasta cuatro días después de que el
brote aparece.
Ojo, cuidado: como es producido por un virus, no hay tratamiento para el
sarampión. Cuando a alguien le da, no queda más remedio que dejarlo seguir su
curso, manejar los síntomas, guardar reposo, tomar muchos líquidos y, eso sí,
aislarse y tomar precauciones para evitar diseminar la enfermedad.
CARLOS
F. FERNÁNDEZ
ASESOR MÉDICO DE EL TIEMPO