La
eutanasia
Sergio Muñoz Bata
¿A
quién le corresponde decidir si las personas tienen derecho a solicitar la
asistencia de un médico para morir con dignidad?
El
doctor Jack Kevorkian, más conocido como el 'doctor Muerte', murió plácidamente
la semana pasada, oyendo a su compositor favorito, Juan Sebastián Bach. Acusado
por sus detractores de ser un hombre cruel, responsable del asesinato de más de
130 personas vulnerables, y alabado por sus defensores como un hombre compasivo
y piadoso, que ayudaba a los enfermos desahuciados que solicitaban sus
servicios, Kevorkian vivió envuelto en la
controversia.
"Yo
creo -decía en una entrevista- que las personas competentes mental y
físicamente tienen todo el derecho de optar por el suicidio y nadie tiene
derecho a determinar qué es lo que pueden o no pueden hacer con su cuerpo. Y
creo también que esas personas deben contar con un lugar donde puedan consumar
su aspiración."
Kevorkian participó en más de 130
suicidios y en cuatro ocasiones fue absuelto del cargo de asesinato. En 1999,
finalmente, se lo declaró culpable por un caso en el que aparece inyectándole
drogas letales a un paciente en una grabación, filmada y enviada por él mismo
al programa de televisión 60 minutes. Pasó 8 años en la cárcel sabiendo, quizá,
que finalmente había cumplido su propósito de provocar un debate nacional sobre
la eutanasia.
Un
debate que, en términos generales, gira en torno a cuatro cuestiones. ¿Tiene
una persona el derecho a terminar con su vida? ¿Es verdad que el suicidio
asistido podría provocar una tendencia letal? ¿Los médicos que asisten a los
suicidas vulneran la integridad de la profesión médica? ¿Se trata de una
práctica legal?
Respecto
al derecho de las personas a disponer de su propia vida existe un desacuerdo
fundamental aun entre las más altas autoridades religiosas. Para el papa
Benedicto XVI, "el aborto y la eutanasia son pecados tan graves que
Tampoco
hay acuerdo sobre el tema de que un suicidio asistido podría conducir a una
epidemia de suicidios. Una hipótesis que nunca se ha hecho realidad cuando se
han dado casos de suicidios asistidos.
Sobre
el tema de que el deber de los médicos es salvar vidas y no asistir en su
conclusión, tampoco existe una opinión unificada entre los médicos. Y en torno
a la legalidad del acto, a pesar de existir un fallo de
Mientras
tanto, en 1997, el estado de Oregon aprobó la ley de
muerte con dignidad, que les permite a las personas desahuciadas suicidarse con
medicinas recetadas por un doctor con ese propósito, y todo indica que el país
avanza en la misma dirección. Ya en casi todos los estados de
Más
allá de las excentricidades, el exhibicionismo y la arrogancia del doctor Kevorkian, lo justo sería reconocerle que esta nueva manera
de encarar el tema de la terminación de la vida en Estados Unidos se debe, en
gran parte, a sus esfuerzos. Yo, que no tengo planes de suicidarme, se lo
reconozco y concuerdo con su planteamiento central. Nadie tiene el derecho de
decirme lo que yo debo hacer con mi persona.