Pocas cosas hay tan
placenteras como descansar sobre un buen colchón. Se trata de un elemento de
primerísima necesidad que marca la diferencia entre el mal dormir y un sueño
reparador.
Aun así, pocos saben que este
puede estar afectando su estado de salud. De acuerdo con Eduardo de Zubiría Salgado, médico especialista en medicina interna y
alergología, aclara algunas inquietudes sobre este tema.
¿El colchón puede enfermar?
Sí, y de distintas formas:
los defectos de fabricación y el paso del tiempo pueden deformarlo; eso puede
ocasionar alteraciones en los músculos y el esqueleto que se manifiestan
principalmente con dolores, sobre todo de espalda. Hoy se sabe que los
materiales de los que está hecho influyen en el bienestar; después de varios
años de uso se producen cambios físicos y químicos que favorecen el crecimiento
de ciertos microorganismos, como los ácaros, que pueden enfermar a la gente.
Esto se incrementa cuando la materia prima del colchón es reciclada.
¿Qué son los ácaros?
Son organismos microscópicos
que se multiplican con rapidez; estos artrópodos existen hace más de 500
millones de años y cuentan con numerosas subespecies. Los que proliferan en los
colchones no causan infecciones, pero su materia fecal causa enfermedades
alérgicas.
¿Por qué se acumulan en los colchones?
Estos bichos se alimentan de
la piel que se descama del cuerpo normalmente (cerca de un gramo de células al
día). Y si hay comida, ellos proliferan. Pero hay más: el cuerpo elimina
líquidos por el sudor y otros fluidos; esta humedad, sumada al calor corporal,
convierte al colchón en un medio ideal de crecimiento para los ácaros.
¿Es malo que el perro o el gato se suban a la cama?
La piel de los animales de
pelo se descama mucho más rápido que la del hombre, lo que trae más ácaros al
colchón. Lo mejor es comprarle una linda camita y que duerma fuera de los
cuartos, así proteste unos días.
Si me regalan un colchón usado, ¿lo acepto?
La gente suele regalar sus
colchones cuando están viejos y deformados o ya no se sienten cómodos en ellos.
Lo mejor es decir “no, gracias”. Un colchón de más de 5 a 7 años puede contener
entre 1 y 2 millones de ácaros por centímetro. Quienes los usan pueden
desarrollar asma bronquial, rinitis y sinusitis alérgica, conjuntivitis y
dermatitis atópica, entre otros males.
¿Cómo sé que el colchón me causa estos males?
Fíjese en los síntomas: si al
acostarse un asmático sufre incremento de la tos, de la dificultad para
respirar, le hierve el pecho o tiene respiración ruidosa, hay que revisar el
colchón; puede ser la causa. En cuanto a los riníticos,
pueden experimentar aumento en la cantidad de moco, nariz tapada, estornudadera en la noche y rasquiña nasal.
Si hay enrojecimiento de los
ojos, rasquiña o ardor, los ácaros pueden estar causando conjuntivitis, también
dermatitis si el afectado presenta brotes y picazón, principalmente en los
pliegues, el cuello o la cara.
¿Qué tan comunes son esos males en Colombia?
Un estudio del 2009, hecho en
seis ciudades del país, demostró que el 32 por ciento de la población sufre de
rinitis alérgica; el 12 por ciento, de asma, y el 14 por ciento, de dermatitis
atópica.
¿Son malos los colchones reciclados?
En Bogotá se botan 250
colchones al día; se trata de seis toneladas de desechos que incluyen telas,
materiales en descomposición, fragmentos de pañales y toallas higiénicas, que
casi siempre están contaminados con ácaros, hongos y bacterias. Estos suelen
reciclarse para fabricar más colchones.
Si son tan malos, ¿por qué los venden?
Eso es ilegal. En el 2009 el
Ministerio de la Salud prohibió la venta de colchones hechos con materiales de
reciclaje, por los riesgos que representa su uso para la salud. El problema es
que esta práctica es de difícil control. Por eso es importante que la gente
entre en razón y no los compre.
¿Cuándo cambiarlo?
La idea es pensar en
remplazarlo después de cinco a siete años de uso en promedio. También si los
forros están rasgados, si tiene protuberancias o hendiduras y si pierde su
forma. Si tiene mal olor o ha sido sometido a humedad constante, deséchelo,
incluso si está seco.
Aprenda a cuidarlo
Claves para que no lo enferme
Todo colchón debe tener un
forro, el cual debe lavarse una vez al mes, con agua caliente, para eliminar
los ácaros.
Aspire bien su colchón cada
15 días y aproveche este proceso para ventilarlo por lo menos una hora.
Dele vuelta periódicamente.
Límpielo en seco; nunca lo
ponga en contacto con humedad.
CARLOS F. FERNÁNDEZ
ASESOR MÉDICO DE EL TIEMPO