'Hay que enseñarle a la gente a pensar': Rodolfo Llinás

Se inaugura en Maloka la sala interactiva 'Movimiento: la energía del pensamiento'.

Se abre la posibilidad de comprender los procesos del pensamiento y las funciones del cerebro, de la mano de los neurólogos e investigadores Rodolfo Llinás y Roberto Amador.

Sus aportes científicos sobre la forma como opera este órgano se concentran en la nueva sala interactiva de Maloka en Bogotá 'Movimiento: la energía del pensamiento', abierta al público desde hoy.

El objetivo, según el científico Llinás, es explicarles a los visitantes, de forma amena y clara, la evolución y las funciones del cerebro.

"La gente no solo va a saber qué es el cerebro: también va a poder decir 'soy mi cerebro', pues la mayoría no lo sabe", agrega Llinás, director del Departamento de Fisiología y Neurociencia de la Universidad de Nueva York.

¿Cómo se potencia el desarrollo del cerebro en los primeros años?

Al niño hay que explicarle las cosas, no decírselas simplemente.
Es necesario ayudarle para que no le dé pena preguntar y, cuando pregunte, responderle. Ya con esto está el 90 por ciento hecho.

¿Cómo califica hoy la educación en Colombia?

Podría ser mejor. Imagínese que los profesores no fueran los dueños del conocimiento sino los guías; se mejoraría el 50 por ciento de la educación con esta posición.

¿Cómo se liga la educación con la producción científica del país?

Aquí, se producen menos de tres patentes por millón de habitantes.

Para poder hacer patentes hay que tener no solo conocimientos y equipos; también gente a la que se la deje inventar, a la que se le deje pensar, y que no genere patentes que no valen la pena. Hay que enseñarle a la gente a pensar y a que invente sus propias soluciones.

Descubra los enigmas del cerebro

Maloka abrió una sala multimedia que revela el funcionamiento de la mente.

Desde principios de este mes, empezó a funcionar en Maloka la nueva sala 'Movimiento: la energía del pensamiento'. Se trata de un lugar interactivo en el que se ilustra la dinámica del cerebro a través de medios audiovisuales e interacciones del público con actores y objetos (es como un cómic que cobra vida). Allí, los niños podrán descubrir cómo ha sido la evolución del cerebro a través de diferentes organismos. Esta sala es un gran domo en el que cobran vida digital diferentes estímulos. El recorrido cuenta con una trama guiada por unos personajes: Leonardo es un ingeniero curioso, y se quiere inventar una máquina que simule el cerebro; entonces, interactúa con Sofía, que es una niña pequeña que traduce a un lenguaje más sencillo la terminología científica, y con Micaela, que es una neurona. Leonardo es interpretado por un actor de carne y hueso, mientras que Sofía y Micaela son personajes virtuales que iluminan el domo. Mónica Arroyave, productora audiovisual del proyecto, comenta que para el personaje de Leonardo se barajaron varias opciones: "Desde un mago hasta el modelo del científico despeinado, pero optamos por este ingeniero inquieto, pues la idea es que la gente se sienta identificada". Para crear esta sala, Maloka contó con la colaboración científica de los neurólogos Roberto Amador y Rodolfo Llinás, quien hará presencia en la inauguración oficial de la sala en la segunda quincena de febrero. El objetivo de esta aventura es quitarle la solemnidad a la ciencia e incluir la diversión como ingrediente para acercarla al público. Un bombillo gasta más energía El cerebro funciona con 14 vatios diarios de energía y es el 2 por ciento del cuerpo. El bombillo de la nevera consume más energía. "El pensamiento de los humanos dura 800 milisegundos y la emoción va dentro de él", dice el neurólogo Roberto Amador.