El enredo de los dineros que las
EPS deben a los hospitales públicos de la ciudad
¿Por
qué las empresas prestadoras de salud no se ponen al día con los centros
asistenciales de la red pública? ¿Qué hay detrás de esta problemática que
podría llevar al cierre al Universitario del Valle?
49 mil millones es la cartera al HUV por pacientes sin
seguridad social. 6,3 mil millones es la deuda al HUV de EPS del régimen
contributivo. 22 millones de usuarios tiene el régimen
subsidiado. 1,1 billones de pesos es la deuda de este régimen con los
hospitales.
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Hospitales
como el Universitario del Valle, son los que al final sufren el impacto del
deficiente manejo de recursos públicos para la salud.
Ernesto
Guzmán Jr. I El País
Que
el Hospital Universitario del Valle, HUV, y el San Juan de Dios están en
cuidados intensivos, que están a punto de cerrar por falta de recursos, que las
Empresas Promotoras de Salud (EPS), no les pagan y que el Gobierno tampoco les
responde por los miles de pacientes que atienden y no tienen ningún tipo de
seguro. Que, en fin, la salud está quebrada...
Estas
son algunas de las quejas de los hospitales y los pacientes que hoy afronta el
sistema de salud en Colombia. Una realidad que tiene reventado al Hospital
Universitario del Valle, a tal punto que en la última semana médicos,
directivos y hasta el propio Gobernador del Valle advirtieron que si las EPS no
pagan lo que deben, ese centro de salud no podría funcionar y tendría que
cerrar servicios.
El
desespero es mayúsculo. A junio de este año la cartera del HUV ascendía a
$168.500 millones, de los cuales el 48% corresponde precisamente a deudas de
las Empresas Promotoras de Salud. El resto son recobros al Fosyga
(Fondo de Solidaridad y Garantías) y a los departamentos por atenciones a
pacientes sin seguro, y por servicios que están por fuera del Plan Obligatorio
de Salud, POS.
Por
eso, se ha vuelto costumbre que la directora del HUV, María Lucero Urriago, y ahora el gobernador del Valle, Francisco Lourido, salgan a pedirle a las EPS y al Estado que por
favor les paguen al hospital porque, de lo contrario, miles de pobres se
quedarán sin atención médica. Pero, ¿cuál es el problema para no pagar?, ¿qué
hay detrás de esas decisiones?, ¿por qué la deudas?
Los
líos vienen de quince años atrás, desde que la Ley 100 de 1994 cambió el
sistema de salud en Colombia y el dinero que el Estado destina para atenderla
empezó a dar vueltas por los departamentos, los municipios y las empresas
privadas de salud antes de llegar a los hospitales.
José Fernando Cardona, gerente general de la Nueva EPS, explicó que, en
principio hay que diferenciar que en el país existen dos regímenes de salud: el
contributivo y el subsidiado. El primero es en el que el trabajador paga cada
mes una parte de su salud y otra parte el empleador. Y el segundo, es el que
subsidia el Estado en un 100% para quienes no pueden aportar.
El
lío de los hospitales públicos es con el régimen subsidiado donde según cifras
del gobierno, las deudas son de $1,1 billones. En el caso del HUV, esa deuda
supera los $168.000 millones entre Estado y EPS.
Cardona
precisó que, en primer lugar, muchos problemas de los hospitales tienen que ver
con este régimen subsidiado porque su cartera está asociada a él. Inicialmente
los alcaldes recibían la plata nacional a través de sus secretarías y luego la
giraban a las EPS donde estaban afiliados los pacientes o usuarios. “Pero
resulta que hubo muchos alcaldes irresponsables y hace años algunos de ellos
destinaban la plata a hacer parques y otras cosas y quedaron muchas carteras
pendientes. El flujo de recursos se afectó”, indicó Cardona.
Por
es razón, muchas de esas carteras que hoy tienen los hospitales corresponden a
esos huecos que generaron los propios municipios y es una cartera que quedó
volando porque no se pagó cuando hubo con qué.
Un
segundo aspecto, son las deudas por servicios prestados y no incluidos en el
Plan Obligatorio de Salud, POS del régimen subsidiado. Cardona recuerda que
esas deudas, según la ley, están a cargo de los departamentos, pero estos no
han tenido capacidad de financiar esos servicios y los gobernadores, incluido
el del Valle, dicen que no tienen plata para financiarlo.
A
ello se agregan los llamados pacientes vinculados, aquellos que no disponen de
un seguro médico, pero a los que los hospitales no pueden negarles la atención.
La deuda con el HUV por estos pacientes es de $33.000 millones
El saneamiento
Elsa
Carolina Torrenegra, directora ejecutiva de Gestar
Salud, dijo que “la red pública se queja de que se tiene mucha cartera con las
EPS, lo cual es cierto porque a nosotros los municipios nos deben mucha plata
vieja y los departamentos la plata del no POS”.
Gestar
Salud es un gremio de EPS que afilia a ocho millones de usuarios del régimen
subsidiado, equivalentes al 39% del total usuarios del mismo en el país.
No
obstante, Ramiro Guerrero, director de Centro de Protección Social y Economía
de la Salud de la Universidad Icesi, advirtió que “no
hay total claridad en la contabilidad sectorial ni en la forma como se
configuran las obligaciones entre pagadores y prestadores. En el sector público
parte de las cuentas que se presentan como cartera en realidad están en
discusión, porque una de las partes no las reconoce como deuda”.
Torrenegra sostuvo que es necesario
aplicar la Ley 1438 de abril de 2011 que impone el saneamiento de la deuda en
salud, que como se dijo es de $1,1 billones. La ley señala que si el municipio
no ha pagado a la fecha, la Nación debe entrar a pagar. Las EPS, a su vez,
“hemos sugerido que la Nación les pague directamente a los hospitales y saneen
eso”, dijo la ejecutiva.
Recordó
que ahora precisamente se están recogiendo datos de los municipios para sanear
esas deudas y el plazo para reportarlos vence este 20 de septiembre.
“Hasta
ese día los municipios podrán enviar al ministerio de Hacienda la información
sobre las acreencias que tienen con los hospitales y que no han podido pagar, a
fin de que la Nación asuma la deuda y proceda a hacer los pagos respectivos”,
dijo Torrenegra.
En
estas circunstancias, el oxígeno para que hospitales como HUV no se cierren
parece estar dependiendo de que los municipios y departamentos que les deben
liquiden rápidamente los contratos que tienen con las EPS y se consignen los
valores reales aún pendientes.
Por
otra parte, la directora del HUV, María Lucero Urriago
advirtió que con las EPS que le adeudan $81.000 millones ha habido seis
conciliaciones este año con la intermediación de la Superintndencia
de Salud y, sin embargo, no cumplen con los pagos. Así ocurrió con Caprecom entidad a la que el HUV embargó y logró recuperar
$6.200 millones en junio pasado.
Urriago dijo que, como si fuera
poco, las EPS no están cumpliendo con el pago del 50% de los cobros que hacen
al momento de radicar la factura, como lo ordena la misma Ley 1438, por lo cual
también ha tutelado a las siete EPS.
Marisol
Álvarez, gerente de la clínica Tequendama, indicó
que, en general, las EPS con todas sus difIcultades
tienen unos términos racionales de pago y unas pagan mejor que otras. Pero en
el régimen subsidiado son muchos los factores que inciden: hay un traslado de
dinero del Estado central a las alcaldías y de estas a las EPS subsidiadas y
luego a los hospitales, lo que resulta más complejo, dijo Álvarez.
En
conclusión, como dijo Torrenegra, la solución es un
ajuste total en el flujo de dineros para que los municipios no participen en
ninguna parte del mismo y que sea la Nación la que los pase directamente a las
EPS “porque los municipios cogen la plata y no la reparten”.