Paseando a su bebé en un
coche por un parque frente a su casa en el sur de Cali, Yazmín fue atacada a
tiros. A las 9:25 de la mañana del primero de agosto, sicarios que se
movilizaban en una motocicleta atentaron contra ella. Diez días después del
crimen, aún se desconocen los motivos y no hay capturas por el hecho.
El crimen de Yazmín se suma a
los 144 homicidios contra mujeres ocurridos en el departamento del Valle del
Cauca durante el primer semestre del 2013.
De acuerdo con cifras del
Instituto de Medicina Legal, entre enero y junio del 2013 se ha presentado un
total de 514 asesinatos contra mujeres en el país. Aunque ese número es menor
al de 553 –la cifra de mujeres que murieron el mismo periodo en 2012– el
Instituto alertó por la cantidad de homicidios, en los que el mayor número de
víctimas tenían entre los 30 y 34 años.
Y pese a que el Valle ocupó
el primer lugar en las estadísticas, el fenómeno criminal también se da en
escala en Antioquia, donde hubo 68 casos, y en Bogotá, donde en el primer
semestre 64 mujeres fueron asesinadas.
El tema del Valle pasa porque
solo en Cali, en el mismo período, fueron asesinadas un total de 58, por lo que
varias autoridades y ONG mostraron su preocupación.
Adalgiza Charria, de la fundación
Mujer, Arte y Vida, afirmó que esta cifra debería avergonzar a todos los
vallecaucanos.
“Es culpa de toda la
sociedad, que permitimos que eso pase. Estos no son casos aislados sino una
cultura que perpetúa la violencia contra las mujeres. Porque la justificamos,
porque somos complacientes con los victimarios. Nos debe dar vergüenza a todo
el Valle del Cauca”, dijo Charria.
La líder aseguró que en Cali
hay varios factores que, al final, son un “caldo de cultivo” para esta
dramática situación de violencia.
“Una explicación tentativa a este
deshonroso primer lugar es que las mujeres caleñas son más empoderadas.
Toman su vida en sus manos y hacen lo que quieren. Las mujeres efectivamente
tratan de liberarse, ganar en independencia. Cuando una mujer dice quiero ser
feliz sin ti, eso a veces genera reacciones en los hombres”, expresó.
Por su parte, el general
Fabio Castañeda, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, negó que en la
tercera ciudad de Colombia se esté presentando un “patrón de feminicidio”, pese a las cifras divulgadas ayer.
“Hay que establecer que no
hay un patrón criminal que indique que en la ciudad se esté presentando una
tendencia de feminicidio. Cada caso lo investiga el
bloque de vida. Tres fiscales, grupo de policía judicial, Sijín,
CTI y cada caso que se presente se investiga de manera individual”, aseguró
Castañeda.
Y es que la Policía también
señala las situaciones de venganzas personales, pasionales o participación en
hechos delincuenciales como una explicación. “Hoy por hoy las mujeres también
participan en hechos sensibles más que antes. Ha habido una mutación. Los
grupos delincuenciales han usados a las mujeres para ser copartícipes de hechos
delictivos”, agregó el alto oficial.
Como ejemplo, Castañeda
recordó el caso del exdiputado Octavio de Jesús Cardona –asesinado en medio de
un presunto paseo millonario– y en el que dos mujeres
participaron.
En medio del debate, los
caleños aún tienen fresco el caso de una joven de 15 años asesinada a cuchillo
por otra mujer de 42.
El personero de Cali, Andrés
Santamaría, afirmó que no son suficientes en la Sultana del Valle las campañas
en contra de la violencia contra la mujer.
“Se deben incrementar los
esfuerzos, por parte de las autoridades judiciales y de Policía, y de los
diferentes estamentos, para reforzar la lucha contra esta violencia y más
cuando se está traduciendo en homicidios”, dijo el personero.
REDACCIÓN CALI