Por: REDACCIÓN ELTIEMPO.COM | | 18 de Diciembre del 2012
Cuando los pacientes ven las larvas, dicen 'no gracias',
pero cuando se les explica que aunque no es muy agradable a los ojos solo
sentirán un cosquilleo, algunos aceptan la terapia que solo tarda 72 horas si
se trata de una pequeña herida.
"Los tranquilizamos y les decimos que esos
animalitos se van a portar bien. Les explicamos que solo comen tejido muerto y
pueden ser muy beneficiosos para las personas que tienen una herida expuesta y
que, en muchos casos, pueden estar a punto de perder una pierna porque tiene
una infección masificada", dice Nancy Carrejo, docente del departamento de
Biología de la facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad del
Valle.
Se trata de la larvaterapia,
un tratamiento tan antiguo que llegó a ser usado por algunas civilizaciones y
hasta fue una alternativa en la Primera Guerra Mundial, que se ha venido
cultivando en los laboratorios de la Universidad del Valle y que ya está listo
para llegar a la comunidad.
Carrejo, bióloga de la Universidad del Valle y magíster
en entomología de la Universidad de Panamá, hizo la propuesta al Servicio
Médico de Univalle para iniciar la bioterapia y se
espera que a comienzos del próximo año empiece a aplicarse.
Allí se trabajará con la Chrysomya
y la Rufifascies Albices,
larvas de dos especies de moscas que pueden ser usadas con fines terapéuticos y
que contribuyen en la curación de algunas heridas.
La investigadora explica que las larvas estériles,
criadas en laboratorio, limpian las heridas con tejido muerto.
De acuerdo con Carrejo, el tratamiento es sencillo, pues
la herida se rodea con un material que impide que las larvas escapen, se
deposita la cantidad adecuada según el tamaño de la herida, se cubre con una
malla y con gasa. Luego de 72 horas se retiran las larvas que se han alimentado
del tejido y ayudan a la cicatrización.
"No hay riesgo para el paciente. Es una terapia que
no tiene contraindicaciones y si está tomando medicamento no interfiere",
dice la investigadora. Explica que cada paciente que llegue al servicio de
salud debe hacerlo con remisión médica.
Hasta ahora se venía trabajando con voluntarios que eran
visitados en sus casas, pero a partir de enero el tratamiento se hará en el
Servicio Médico de la Universidad.
Los candidatos a la bioterapia son pacientes con heridas
producto de la diabetes, úlceras varicosas y mutilaciones infectadas causadas
por minas antipersona. Se cuenta con una colonia de mil larvas para atenderlos.